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Un homenaje a la extinta figura del apuntador llega al Teatro Fernán Gómez

EFE

La obra "Ildebrando Biribó, el último Cyrano", un homenaje a la desaparecida profesión de apuntador en el que subyace una reflexión sobre la magia del teatro, llega hoy al Teatro Fernán Gómez de Madrid.

Desde esta noche hasta el próximo 7 de marzo, la compañía "El gato negro" llevará a escena una historia inspirada en Biribó, el apuntador que en el estreno de "Cyrano de Bergerac" apareció muerto en su concha al final de la actuación.

Fue Emmanuel Vacca quien escribió el texto de la obra que hoy dirige Iñaki Rikarte e interpreta Alberto Castrillo-Ferrer.

Con la única ayuda de un secreter polivalente, Castrillo-Ferrer lleva a escena a una treintena de personajes que van edificando historias entrelazadas en las que, a pesar de la tragedia de Biribó, el humor tiene una presencia importante.

En la presentación de la obra, Castrillo-Ferrer ha explicado a los medios de comunicación que la pieza teatral está cerca del espectáculo gestual pero no desdeña la relevancia del libreto: se trata de "un texto que quiere ser clásico pero no deja de ser contemporáneo".

El actor ha sostenido que en "Ildebrando Biribó, el último Cyrano" subyace una reflexión sobre el teatro y un homenaje a la figura del apuntador que, como reza el protagonista de la obra, es la "profesión más bonita del mundo".

La obra está vertebrada con muchos saltos en el tiempo, hay "flashbacks" y distintos presentes para que los diversos personajes recreen épocas pasadas.

Como la compañía entendía el texto de Vacca como una "dramaturgia de cajones", el actor y el director decidieron crear con sus manos un mueble secreter que valiera para todo: desde hacer las veces de nube hasta servir de habitación, de frutería e incluso de concha de apuntador.

"El texto es una abertura de cajones", pero "al final los cierran y entiendes toda la obra", ha indicado Castrillo-Ferrer, quien invirtió tiempo, cariño y todo el dinero del que disponía en poner en marcha este proyecto.

El actor, que se formó en la escuela de Marcel Marceau, ha resaltado la importancia del secreter en la obra: "Ese es el reto del teatro, creo yo, no hacer grandes copias de la realidad sino pequeñas evocaciones y la imaginación del espectador es lo que lo va a rellenar".

La directora del Teatro Fernán Gónez, Mora Apreda, ha calificado "Ildebrando Biribó, el último Cyrano" como un espectáculo "perfecto, cuidado, muy personal y con una excelente actuación".

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