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La huelga de Iberia afecta a cerca de 30.000 pasajeros

La compañía critica la convocatoria en un momento de grave crisis y alerta del peligro de despidos. El paro se repite hoy

GLÒRIA AYUSO

Cerca de 30.000 pasajeros resultaron ayer afectados directamente por la huelga de tripulantes de cabina de Iberia, que continuará hoy, y que complica la situación de una compañía que atraviesa una seria crisis. La entidad canceló unos 220 vuelos, el 20% de las operaciones programadas. Pese a que no ofreció cifras definitivas de número de usuarios perjudicados, la aerolínea sí confirmó que la ocupación media de las aeronaves se encuentra entre los 100 y los 150 pasajeros.

El aeropuerto más afectado fue el de Barajas (Madrid), con más de 100 cancelaciones, seguido de El Prat (Barcelona), con 59. El caos en los aeropuertos se evitó porque la aerolínea avisó y recolocó en los días previos a los pasajeros en los aviones que sí operaron o les ofreció viajar en fechas alternativas. Aún así, algunas personas se presentaron en los aeródromos y descubrieron que su vuelo no iba a partir. Hoy se repetirá la protesta y se prevé que resulten afectados un número similar de vuelos y pasajeros.

Los sindicatos reclaman que entre en vigor el preacuerdo de julio

Iberia desplegó ayer personal adicional de información para dar asistencia a los usuarios que desconocían la convocatoria de huelga. La compañía ofreció el retorno del importe de los billetes en los casos en que no fue posible la recolocación o en los que el usuario no quisiera viajar en los nuevos horarios sugeridos por Iberia. 'No es fácil resolver todos los casos', admitió ayer una portavoz de la compañía.

La asociación de consumidores Facua animó a los usuarios a reclamar una indemnización a los pasajeros por los perjuicios causados. La aerolínea respondió que el reglamento de la Unión Europea para el sector no ampara el derecho a indemnización en caso de huelga.

En los vuelos que sí operaron los pasajeros advirtieron la falta de servicio a bordo.

'Si se suben los sueldos habrá que despedir personal', dice la aerolínea

La huelga se notó especialmente en el servicio de Puente Aéreo, que enlaza Madrid y Barcelona. De los 60 vuelos en ambos sentidos, sólo operaron 32. Se cancelaron 28, casi la mitad. En Barcelona, no hubo servicio hasta las 7.20 horas de la mañana, en un avión que salió completamente lleno. Las personas que no pudieron viajar tuvieron que esperar una hora más en el aeropuerto. Iberia habilitó una aeronave mayor para poder transportar a todos los usuarios. 'Los aviones han salido llenos, pero hemos podido acoger a todos los pasajeros a lo largo del día', afirmó la responsable del Puente Aéreo, Concepción Vinagre.

'No es el momento de seguir una huelga', lamentó Vinagre, que subrayó los estragos que la crisis ya está teniendo sobre el sector. Los sindicatos que la convocan, Sitcpla y CTA, reclaman que entre en vigor el preacuerdo del convenio colectivo que cerraron con Iberia en julio y que incluía un incremento salarial del 4%. Estaba a punto de firmarse, pero la situación cambió. 'Llegó el nuevo presidente de Iberia, Antonio Vázquez, y ahora quieren renegociarlo dentro del nuevo plan de viabilidad', explicó ayer Sitcpla. El nuevo plan incluye congelación salarial para toda la plantilla en 2010 y 2011, prejubilaciones a los 55 años y la eliminación de un tripulante de cabina por avión, lo que obligará al resto a asumir más trabajo, según los sindicatos.

'No tiene sentido subir un 4% los salarios cuando no hay inflación'

'No tiene sentido subir un 4% los salarios cuando no hay inflación, estamos en profunda crisis y los salarios son los más altos de Europa, con unos 50.000 euros de media, un 20% más que el resto de las compañías del sector', replica Iberia. Los sindicatos aseguraron que el salario medio del empleado de cabina es de 30.000 euros, y que sólo los más antiguos cobran las cantidades apuntadas.

La compañía se mostró dispuesta a negociar una subida salarial y pidió a los sindicatos volver a dialogar para evitar que la huelga se alargue, ya que está previsto repetirla el 10 y 11 de noviembre. Pero 'dentro de un proyecto que garantice la viabilidad de la empresa', porque en su opinión incrementar sueldos puede conducir a despidos por falta de competitividad.

La huelga de ayer y hoy en Iberia es la primera gran movilización laboral a nivel nacional desde el paro de los transportistas autónomos de mediados de 2008, cuando la subida del precio de los combustibles provocó bloqueos de carreteras en buena parte de España. Se puede decir, por tanto, que el conflicto de los tripulantes de cabina es el primer reflejo de tensión social en la fase más cruda de la crisis económica, que se inició en otoño de 2008. Curiosamente, la movilización se produce no tanto por los planes de ajuste laboral diseñados por Iberia para hacer frente a la crisis (que contemplan la reducción de la plantilla y la extensión de la congelación de los sueldos) como por la falta de acuerdo en las negociaciones del convenio colectivo de 2009.

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