La organización Human Rights Watch (HRW) se sumó hoy al coro de ONG que denuncian los abusos perpetrados por Israel en Gaza, donde atacó áreas civiles como si se tratara de objetivos militares y utilizó armas causantes de efectos devastadores en la población.

El director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, rebatió la posición israelí, según la cual el uso de fósforo blanco en un conflicto es legal, y precisó que esto sólo es cierto si se utiliza para camuflar el movimiento de tropas y no cuando es lanzado en áreas muy pobladas, como Gaza.

"Israel primero negó que utilizara el fósforo blanco como arma, luego dijo que su uso era legal. Puede ser, pero el punto es cómo se utiliza. No hay justificación si se trata de zonas pobladas", insistió.

El fósforo blanco provoca profundas quemaduras que llegan hasta los huesos.

Asimismo, la organización denunció el uso en esas mismas zonas de armas de fragmentación capaces de causar daños en un radio de 300 metros a la redonda.

"Esa utilización viola la prohibición de realizar ataques indiscriminados, ya que tales proyectiles golpean tanto objetivos militares como civiles", recalcó Roth.

También refutó el argumento de que los ataques de Hamás contra localidades israelíes justifican el uso del fósforo blanco y bombas de fragmentación por parte de fuerzas armadas de Israel.

"La ilegalidad de una parte del conflicto no es excusa para que la otra parte también actúe ilegalmente".

Una misión de HRW investiga actualmente en Gaza las denuncias de unos y otros, dijo el responsable de la ONG.