La bolsa española cerró el jueves con fuertes bajas que llevó a su principal índice, Ibex-35, a un nuevo mínimo de casi cinco años y medio con descensos particularmente acusados en el sector bancario.

Otros sectores también sucumbieron a la presión vendedora desatada por la persistente incertidumbre sobre la fecha de caducidad de la crisis económica y financiera global.

Recortes entre el ocho, el nueve y el diez por ciento no fueron excepcionales en esta jornada.

"Tenemos un escenario económico que arroja múltiples incertidumbres y no se sabe cuándo puede tocar fondo", dijo Nicolás López, director de análisis de M&G Valores.

"Los inversores están arrojando la toalla y lo cierto es que el mercado carece ahora mismo de soportes. Se han roto todos los niveles técnicos y ahora estamos buscando un nuevo suelo y, a partir de ahí, esperar un rebote técnico", añadió López.

El índice Ibex-35 cerró con una baja del 4,51 por ciento a 7.025,9, niveles desconocidos desde finales de octubre de 2003. Se trató de la segunda mayor caída del año tras perder el 2 de marzo pasado un 4,6 por ciento.

En tanto, el índice general de la Bolsa de Madrid perdió un 4,46 por ciento 739,72 unidades.

En este clima, la descontada baja de medio punto abordada el jueves por el Banco Central Europeo, hasta el 1,5 por ciento, pasó inadvertida ante un mercado que sólo está dispuesto a dejarse arrastrar por las noticias negativas.

Entre algunos expertos cabía una cierta sensación de que algunas de las medidas anti-crisis que se están distintos gobiernos a escala global no están logrando sus objetivos a la vez que comprometen la salud de las cuentas públicas para un largo futuro.

"Hay que dejar que la economía se ajuste y el dolor es inevitable", dijo un analista.

"Los banco centrales están aportando liquidez y es de suponer que seguirán haciéndolo y los Gobiernos deben proteger a los parados. Mi impresión es que poco más se puede hacer, salvo que se quiera hipotecar a generaciones futuras con enormes déficit y elevadísimas deudas", añadió el analista.

Los bancos volvieron a su particular calvario con pérdidas del 7,63 por ciento para Santander y del 7,05 por ciento para BBVA.

Popular cayó un 7,67 por ciento, Banesto un 6,48 por ciento y Bankinter un 4,29 por ciento.

Llamó la atención la fuerte caída de Banco de Valencia, cuyo papel cedió un 6,67 por ciento, aunque hubo fases en la sesión con descensos superiores al 10 por ciento y con un volumen por encima de los habitual en este valor.

"Parece que alguien ha tomado una posición bajista", señaló una fuente del mercado.

Otros analistas comentaron que en la larga etapa bajista que padece el sector, Banco Valencia apenas había sufrido.

Telefónica, el valor de mayor ponderación bursátil, convertido ahora en un refugio del mercado por la confianza que inspira entre los inversores en el actual escenario de crisis, perdió menos que otros valores punteros al ceder un 2,03 por ciento a 14,46 euros.

Este océano bajista contrastó con el comportamiento de Endesa, cuyas acciones ganaron 4,04 por ciento.

Según analistas, la eléctrica se benefició del cierre de posiciones cortas.

"(Ha subido) por cobertura de posiciones cortas antes del dividendo, ya que la gente que ha tomado títulos prestados tendrá que pagar el dividendo a quien se los prestó, sobre todo cuando se trata de un dividendo tan grande", indicó un agente.

OHL fue uno de los valores más flojos del Ibex con una caída del 11,27 por ciento. El grupo constructor y de servicios presentó la semana pasada unos resultados por debajo de las previsiones.

Inditex volvió a atraer a los vendedores y cayó un 10,32 por ciento tras perder ayer un 3,26 por ciento en un mercado en que surgieron las primeras advertencias sobre el impacto de la crisis en sus resultados.

"Pensamos que hay riesgo de cara a los resultados. Estimamos que podría darse una caída de hasta -0,9% en las ventas en superficie comparable en el cuarto trimestre", dijo Ibersecurities en una nota a sus clientes.

El productor de hemoderivados Grifols cayó un 11,74 por ciento. La empresa dijo el jueves que espera que su margen de resultado bruto de explotación sobre ventas se mantenga en 2009 en niveles similares a los de 2008. Grifols cerró el ejercicio pasado con un margen del 29 por ciento.