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Idiomas y tamaño, frenos a la expansión de empresas de España hacia Asia y UE, según el BE

EFE

El reducido tamaño de muchas empresas españolas, su escasa capacidad tecnológica, los idiomas y la lejanía cultural son los principales obstáculos que impiden a las compañías españolas expandirse hacia Asia y los nuevos países de la Unión Europea y aprovechar las oportunidades que ofrecen estos mercados.

Así lo constata el Banco de España en su último boletín, donde, no obstante, la entidad afirma que entre 2001 y 2006 los procesos de inversión de las empresas españolas en los nuevos socios de la UE han experimentado un "notable crecimiento" en este periodo.

Sin embargo, indica que la presencia de España como inversora en los nuevos países de la UE es menor que la de otras economías de la zona euro, que originan la mayoría de las inversiones en este área, como Alemania, Países Bajos, Austria y Francia.

En el caso de Asia, la entidad financiera explica que el diferencial del volumen de inversiones españolas respecto a otros países es "especialmente significativo".

Así, destaca que Asia, entre 2000 y 2006, captó el diecinueve por ciento de toda la IED -inversión extranjera directa- mundial y sólo el dos por ciento de la española.

A pesar de esta reducida presencia española, asegura el Banco de España, las inversiones de otras economías europeas en Asia tampoco son "particularmente" elevadas en términos relativos, al tiempo que aprecia una "clara" tendencia creciente de las inversiones españolas en Asia en los últimos años.

La lejanía geográfica, la ausencia de lazos culturales y el patrón de especialización de Asia y los nuevos miembros de la UE -que difiere de la que tiene la IED española- son los principales factores que condicionan la menor orientación de las empresas de España hacia estas economías.

Y eso a pesar de las ventajas que estos mercados ofrecen.

En el caso de China, la institución asegura que los inversionistas, especialmente los de los sectores industriales, pueden encontrar mano de obra con reducidos costes y un mercado nacional de gran tamaño.

En el caso de los nuevos países de la UE, la IED tiene un carácter "diverso", que se ve impulsada por las posibilidades que tienen estos países de erigirse como plataformas de exportación, ya que están situados en el centro de la Unión y cerca de Alemania.

Además tienen un capital humano cualificado y con un coste "relativamente bajo".

Pese a todas estas ventajas, el Banco lamenta que las empresas españolas tengan "obstáculos" que impiden que puedan aprovecharlas, entre los que cita el reducido tamaño de muchas compañías de España, su escasa capacidad tecnológica y el desconocimiento generalizado de los idiomas.

Un análisis sectorial revela que las empresas del sector servicios fueron las más activas a la hora de invertir en el extranjero entre 2000 y 2006, con un promedio del 78 por ciento de la IED.

Dentro de estas actividades destacan los sectores financiero y de telecomunicaciones, que suelen aglutinar a empresas de gran tamaño.

También han aumentado las inversiones al extranjero de las actividades inmobiliarias.

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