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La incertidumbre por la elevada deuda salpica a España

Standard & Poors rebaja su perspectiva por el déficit. La prima de riesgo española reacciona al alza y la bolsa baja un 2,27%

P. BLÁZQUEZ / B. CARREÑO

Que la crisis ha desequilibrado las finanzas españolas es una noticia tan conocida que no debería sorprender a nadie. Pero ayer lo hizo. El motivo fue que la agencia de calificación Standard & Poors emitió un análisis sobre la economía española en el que ponía en duda la perspectiva de su evolución. Según esta agencia de calificación, la marcha de las finanzas españolas se ha deteriorado sobremanera en el último año, ha gastado mucho más de lo que se ingresó, y no se han abordado las medidas necesarias para solucionar ese desequilibrio.

Por ello, corre el riesgo de que S&P le recorte su buena nota (AA+) en los próximos dos años. Fuentes del Ministerio de Economía mostraron su malestar por este anuncio. Según las mismas fuentes, el plan de estabilidad presupuestaria español no sólo ha sido aceptado por las otras dos calificadoras de créditos Moodys y Fitch que le han dado la máxima nota a España, sino que la propia UE ha creído en la estrategia española y le ha dado de plazo hasta 2013 para reducir su déficit.

La deuda a diez años de España puede encarecerse por la noticia

La bolsa española reaccionó rápidamente a la baja y se dejó un 2,27% frente a las tibias caídas del resto de los índices europeos. Los analistas creen que es una reacción puntual a la noticia, pero no debería tener más trascendencia. 'Una caída tan brusca sólo refleja una reacción puntual a una noticia muy radical, pero que no tardará mucho en olvidarse en las bolsas', dice Soledad Pellón, analista de IG Markets.

El mercado de renta fija, donde cotiza la deuda a largo plazo, fue la principal correa de transmisión del aumento de la incertidumbre. La prima de riesgo, esto es, el diferencial de la deuda de un país contra el bono alemán a diez años el conocido Bund, ha comenzado a elevarse y el interés de la deuda española está ya a 69 puntos básicos (es decir, 0,69 puntos porcentuales) de diferencia, todavía lejos de sus máximos de marzo cuando sobrevoló los 130. Sin embargo, esto significa que habrá que pagar más intereses por la deuda y si permanece a esos niveles puede dañar las finanzas públicas.

Irlanda presenta un radical plan de gasto para evitar recortes a su rating

No habrá que esperar mucho para comprobarlo, ya que España tienen previsto emitir hoy entre 2.000 y 3.000 millones de deuda a un plazo de diez años. Según los analistas, no habrá problema para colocarla en el mercado, pero se encarecerán los intereses. 'España tiene los mismos problemas que Grecia o Irlanda con el desequilibrio de su déficit, pero está en mejor posición porque partía de una situación de superávit antes de que empezara la crisis ', explica Jaime Abella, gestor de BNP Paribas. La prima de riesgo de ambos países, muy superior a la española (ver gráfico) refleja esa diferencia.

Precisamente Grecia fue el país en causar la primera turbulencia en la deuda de la zona euro al estar borde de entrar en la categoría de BBB (deuda aceptable) para S&P y haber sido recortado su rating por Fitch (otra agencia de crédito) esta misma semana. Bruselas ha propinado un fuerte tirón de orejas a Grecia la pasada semana por no avanzar en el camino de la estabilidad fiscal. Tanto es así, que la Comisión no ha ampliado el plazo para que la república helena corrija su déficit y pide pruebas de buena voluntad para 2010.

Las advertencias sobre la delicada situación de Grecia llueven de los organismos internacionales. Desde la OCDE, el analista encargado de Grecia, Claude Giorno asegura que la situación del país 'es muy preocupante' y teme que el recién nombrado Gobierno (que ganó las elecciones en verano) haya 'subestimado' la difícil situación financiera que heredó. La OCDE le recomienda una reforma radical del sistema de pensiones, además de una reducción de los gastos públicos y una mejora del sistema de impuestos que luche contra el fraude. 'Grecia no tiene opción', dice Giorno.

Otro de los países bajo el punto de mira por sus problemas fiscales es Irlanda, que puso ayer la venda antes de la herida y anunció un ambicioso plan de austeridad presupuestaria y subida de varios tipos de impuestos. La deuda pública de Irlanda equivaldrá en 2010 al 73% del PIB, y su déficit rondará el 12%. Una de las primeras medidas del Gobierno será recortar el sueldo a los funcionarios y todos los gastos sociales menos las pensiones, informa Iñigo Sáenz de Ugarte.

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