El Gobierno de la India decidió enviar unos 5.000 efectivos paramilitares de refuerzo para controlar la ola de violencia en el valle de Cachemira, donde hoy otra persona murió y cinco resultaron heridas por disparos de la Policía, según fuentes oficiales.

Atendiendo a la petición que hizo ayer el jefe de Gobierno cachemir, Omar Abdulá, el Ejecutivo central resolvió enviar 1.900 miembros adicionales de sus fuerzas de seguridad al Estado norteño, a donde llegarán en uno o dos días, dijeron las fuentes, citadas por la agencia PTI.

Además, otros 3.200 efectivos actualmente destacados dentro del Estado serán desplazados al valle de Cachemira, donde la violencia ha ido creciendo desde que comenzaron las protestas anti-India a mediados de junio pasado.

Pese al toque de queda en vigor, grupos de manifestantes salieron hoy a la calle en los distritos de Srinagar y Budgam, donde se registraron nuevos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Un joven resultó muerto y tres resultaron heridos por disparos de la Policía en Srinagar, según fuentes policiales citadas por las agencias PTI e IANS, que añadieron que otras dos personas fueron heridas en los choques acaecidos en Budgam.

Con estas víctimas, son ya 23 los cachemires fallecidos desde que se recrudeció la ola de violencia, el pasado viernes.

Cachemira es un Estado de mayoría musulmana que la India y Pakistán se disputan desde 1947, año de su independencia, y ha motivado dos guerras entre ambas potencias nucleares del Sur de Asia.