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India investiga a nacionales y extranjeros por el atentado

Reuters

El Gobierno indio dijo que no sabe quiénes puede ser los responsables del atentado contra un local turístico en el oeste del país que mató a nueve personas, mientras que unas fuentes dijeron que las autoridades apuntan a integristas islámicos.

La bomba colocada en una mochila debajo de una mesa en la popular Panadería Alemana de Pune hirió además a otras 57 personas en el primer atentado importante desde la masacre de Mumbái en 2008, y parecía destinada a turistas extranjeros e indios.

Seis de los muertos eran indios; el resto de las víctimas aún no han sido identificadas, pero al menos una sería extranjera, dijo un alto cargo policial. Otros diez extranjeros resultaron heridos, entre ellos iraníes, sudaneses, nepalíes, un taiwanés y un alemán.

Fuentes de seguridad interna de alto nivel que pidieron no ser identificadas dijeron que la atención recae sobre el grupo separatista pakistaní Lashkar-e-Taiba (LeT), que ha sido acusado de los ataques en Mumbái, y en el grupo local Muyahidines Indios debido a que ambos han cometido atentados en India en el pasado.

"Hasta el momento, nuestra línea de investigación apunta a la posible participación de LeT en el ataque (...) una célula durmiente de Muyahidines Indios también podría estar implicada", dijo a Reuters una fuente de seguridad interna de alto nivel que supervisa la investigación.

Ambos grupos están relacionados y combaten contra el Gobierno indio en la disputada región himalaya de Cachemira.

"No descartamos nada, nada está descartado. La investigación está en proceso", dijo el ministro de Asuntos Internos de India, Palaniappan Chidambaram.

La Panadería Alemana, situada cerca de un centro judío y un recinto religioso frecuentado por turistas, era un "objetivo blando" en una zona que ha estado en el radar de los servicios secretos, dijo Chidambaram, al negar una falla de inteligencia.

La explosión se produjo al día siguiente de que India y Pakistán acordaran establecer negociaciones de alto nivel para el 25 de febrero en Nueva Delhi, suspendidas desde que integristas paquistaníes mataran a 166 personas durante tres días de violencia en Mumbái en noviembre de 2008.

Cualquier señal de que haya paquistaníes implicados en el atentado en Pune empeorará las relaciones entre los dos vecinos y rivales nucleares y desestabilizará aún más una región eclipsada por la guerra en Afganistán.

Las autoridades han advertido sobre renovadas amenazas de ataques en suelo indio y han incrementado la seguridad en los últimos meses.

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