A Luis Tosar (Lugo, 1971), Indiana Jones le marcó. Cuando Harrison Ford se le apareció por primera vez en la gran pantalla látigo en ristre tenía 13 años y llevaba unos cuantos haciendo incursiones en la muralla romana de Lugo e inventando leyendas sobre hallazgos milenarios.

'En aquella época, todo en mi vida estaba aventurizado. Un verano, en Xustás, me hice mi propio equipo de explorador, con una pala, un cepillo y todo lo demás, y me iba a excavar ruinas que no tendrían más que un par de décadas', reconoce Tosar. 'Hubo un tiempo que me dio por la fiebre del oro y me iba con la peneira de mi padre para cribar arena de la construcción a ver si encontraba alguna pepita por el río', recuerda riendo.

«Cuando era pequeño, todo en mi vida estaba aventurizado'»

Su hermana acabó trabajando de técnica en arqueología en la misma muralla donde él jugaba y Tosar, que se matriculó en la carrera de Historia 'para tener una excusa' para irse a Santiago, empezó a practicar otro tipo de excavaciones: las de su oficio de actor. 'Mi trabajo tiene algo de eso, empiezas a levantar capas hasta que encuentras lo que te interesa para el personaje. También tiene que ver con la aventura y la imaginación. La actuación te permite visitar lugares exóticos desde un rodaje', apunta.

En la misma época en que dejaba de imaginarse como Indiana, entraban en su vida dos de las pasiones que le siguen acompañando: el rock y la actuación. 'Fue en el instituto. Había muchas bandas, y yo cantaba y tocaba la armónica en Los Guanas'. Lo de la interpretación fue culpa de una profesora que dirigía el aula de teatro. 'Insistió tanto que me convenció', confiesa. Fueron también los años de los primeros cortos, que Tosar guarda en VHS en algún lugar de casa. 'Los mismos que hacíamos los cortos tocábamos juntos, y algunos lo seguimos haciendo en Di Elas. Pura endogamia', dice.

Tosar es un tipo fiel, que se sigue rodeando de los mismos amigos de aquellos años. Sin ir más lejos, uno de sus colegas de entonces, Jorge Coira, lo dirigió recientemente en 18 comidas, y con otro de la pandilla, Piti, toca también en Di Elas y forman juntos una especie de cabaret que mezcla magia, humor y música y que llaman The Magical Brothers. 'He empezado a componer hace poco, y lo que escribo no tiene nada de íntimo. Hablo del mundo, porque cansa estar pensando en uno mismo siempre. Nos pasa mucho a los actores porque es un oficio egocéntrico', admite.

«Con pocas personas hablo sobre mis papeles, sólo con Bardem y Vellido»

El actor, memorable en papeles como el de Malamadre de Celda 211 y ganador de tres premios Goya, confiesa que a medida que avanza en su carrera se da cuenta de que sabe menos de casi todo. 'No tengo un método, soy muy intuitivo', admite. A pocas personas pide consejo sobre su oficio. 'Son dos o tres, Javier Bardem y Juan Carlos Vellido, porque hay poca gente con la que compartas un código y veas que avanzas hacia algún lugar', dice. Desde luego, también con su pareja, Marta Etura, con la que ha vuelto a trabajar en Mientras duermes, lo nuevo de Jaume Balagueró, que se presentará en el Festival de Sitges.

'Uno va quemando etapas y hay personajes que no volvería a hacer. No repetiría de maltratador', reconoce. Sin embargo, fue precisamente a partir de Te doy mis ojos que empezó a gustarse un poco más en pantalla. Ahora, Balagueró le ha entregado el papel de un portero psicópata, que disfruta hundiendo las vidas de los demás. 'Me gustan los papeles oscuros, porque donde hay luz ya se ve. Siento placer al investigar en las perversiones del ser humano'.

Y hablando de miedo y de malos, ¿a qué le teme Luis Tosar? 'Suelo soñar con que estoy desnudo en un lugar en el que no debo, en la recepción de un embajador, por ejemplo. Es la típica pesadilla del actor', reconoce. 'Pero lo que de verdad me da miedo es el agua. Nado fatal y si no hago pie, mal asunto'. ¿Le inquieta también el mundo hoy, esos malos malos banqueros? 'Estoy indignado, pero desde hace muchos años'. Como escribió en la letra de su canción Volver, dice: 'Este mundo va del revés'.