Un informe editado por la Fundación Ciudadanía y Valores (FUNCIVA) concluye que, tras el nombramiento de Herman Van Rompuy como presidente estable de la Unión Europea, Estados Unidos sigue sin saber a quien ha de llamar cuando quiere hablar con Europa.

El documento, realizado por el profesor de Derecho Constitucional Comparado de la Universidad de Valencia Carlos Flores Juberías, analiza la designación de Van Rompuy, así como la de Catherine Ashton como alta representante para la política exterior y de seguridad de la UE y subraya que no se han satisfecho las expectativas suscitadas.

Destaca que tanto Van Rompuy como Ashton son políticos con un bajo perfil y sin experiencia en asuntos internacionales y, en consecuencia, no se cumple el objetivo de crear una jefatura europea visible en el ámbito internacional.

Para ilustrar esa "ausencia de ambición" por parte de la UE, el autor del informe se remonta a los tiempos en los que el secretario de Estado estadounidense Henry Kissinguer se preguntaba a quién tenía que llamar para hablar con Europa.

"La Unión Europea tiene ya quien pueda atender esa llamada, pero el problema radica en que es muy poco probable que el teléfono de esa persona esté anotado en la agenda" de la actual secretaria de Estado de Barack Obama, Hillary Clinton, añade el documento editado por FUNCIVA.

De igual forma, expresa sus dudas ante el hecho de si Van Rompuy se convertirá en una persona que tomará decisiones o en un mero administrador, y critica la "sobredimensionada composición" de la Comisión Europea.

La FUNCIVA es una fundación impulsada por los ex diputados Andrés Ollero (PP) y Francisco Javier Paniagua (PSOE) y formada por profesionales de diferentes áreas y planteamientos ideológicos.