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Ingeniería resistente a la crisis del ladrillo

Desde que la crisis sacudió la economía española la receta para paliar sus  consecuencias ha sido la inversión en I+D+i

EDUARDO LÓPEZ JAMAR

Desde que la crisis sacudió desde sus cimientos la economía española y, con más virulencia, al sector de la construcción, la receta más veces repetida para paliar sus devastadoras consecuencias ha sido la necesidad de inversión en I+D+i. Pese a ello, la realidad es que han sido contadas las compañías que se han atrevido a seguirla. Pedelta, dedicada a la ingeniería y especializada en el diseño y construcción de puentes, no sólo no ha notado el parón, sino que no ha cesado de crecer durante este tiempo. Su facturación durante el pasado 2008 alcanzó los 3,4 millones de euros, un 40% más que el ejercicio anterior.

La clave de su éxito es su apuesta por los materiales compuestos sintéticos, formados por dos componentes que se unen para conseguir propiedades superiores a las que tendría cada uno de los materiales por separado. Así, por ejemplo, las fibras de vidrio y las de carbono se unen mediante una resina, resultando un plástico con enorme capacidad de resistencia.

'Las ventajas de estos materiales', explica Juan Sobrino, fundador de Pedelta hace tres lustros, 'son su ligereza, resistencia mecánica y que no presentan problemas de corrosión'.

Pese a que estos materiales son empleados en el sector aeroespacial y naval desde hace años, su penetración en el sector de la construcción y la obra civil es aún incipiente: el incremento del presupuesto de la obra en un 20 o 30% aleja a muchos clientes. 'Nuestro sector es tradicionalmente muy conservador', reconoce Sobrino, 'pero cada vez hay más clientes con una visión a largo plazo y sostenible, conscientes de que el mantenimiento que requieren estas obras es mínimo y la inversión será amortizada con el paso del tiempo'.

El primer gran proyecto en el que Pedelta empleó estos plásticos reforzados con fibras sintéticas fue una pasarela sobre la línea ferroviaria de Alta Velocidad en Lérida que, según Sobrino, en su momento fue récord del mundo en cuanto a sus dimensiones. Posteriormente llegaron más proyectos, como el Palacio de Congresos de Badajoz, una pasarela en Zumaia, otra en el interior de unas cuevas en Oñati (Euskadi) y dos más de grandes dimensiones en Figueras.

Otro material con el que la compañía barcelonesa ha logrado destacar sobre sus competidoras es el acero inoxidable. En 2005, el equipo dirigido por Juan Sobrino terminó el primer puente de carretera del mundo construido con este material en Cala Galdana (Menorca).

Además de su sede en Barcelona y su recién estrenado despacho en Madrid, Pedelta cuenta con oficinas en Bogotá (Colombia) y Miami. Eso les ha permitido penetrar con enorme éxito en un mercado muy necesitado de infraestructuras de comunicaciones. En Colombia, la empresa recibió recientemente el Premio Nacional de la Sociedad Colombiana de Ingeniería, y en Bolivia, donde este año celebran sus dos siglos de Independencia, uno de los símbolos de su desarrollo son los denominados Puentes Trillizos, realizados por Pedelta en la capital, La Paz, y que unen tres cerros entre sí.

En el mercado de Estados Unidos, donde también lo han intentado, no les fue tan bien: 'Llegamos en un momento que parecía idóneo, pero apareció la crisis de golpe y llevamos un par de años parados', reconoce Sobrino.

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