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Iniciativa pionera para lograr corazones sanos

El CNIC y un consorcio de grandes empresas españolas se alían para promover la salud cardiovascular. La idea es traducir la ciencia básica en iniciativas educativas

AINHOA IRIBERRI

Convencer a empresas de la magnitud de Acciona, BBVA, Inditex o Telefónica, entre otras, para apostar por la prevención cardiovascular desde una perspectiva global es algo que no está al alcance de muchos investigadores. Pero el empeño del prestigioso cardiólogo español Valentín Fuster lo ha logrado, tras conseguir una alianza entre dos entidades con un objetivo similar pero, hasta ahora, una filosofía bien distinta: las fundaciones ProCNIC con un componente exclusivamente empresarial y SHE con un patronato más heterogéneo, presidido por el propio Fuster. Ambas ponen en marcha la Iniciativa VIVE, con el objetivo de aunar esfuerzos para mejorar la salud cardiovascular de los españoles.

La buena mano del director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del Instituto de Salud Cardiovascular del Hospital Mount Sinai (en Nueva York) con las empresas ya quedó de manifiesto en 2005, cuando el Gobierno y un grupo de grandes compañías firmaron un acuerdo para impulsar el I+D+i cardiovascular, que supuso la creación de la Fundación ProCNIC para la renovación total del CNIC, única forma de hacer volver a España, al menos parcialmente, a uno de los cardiólogos más prestigiosos del mundo, expresidente de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA).

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España

Valentín Fuster creó el año pasado la Fundación SHE (siglas en inglés de ciencia, salud y educación), que se centra en divulgar los principios básicos de una vida saludable, establecidos, eso sí, a través de rigurosos ensayos médicos.

El acuerdo firmado ayer, que Fuster definió como 'una relación que puede acabar en matrimonio', intenta influir en la reducción del elevado impacto de las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en España. Une el mecenazgo empresarial con la promoción de hábitos saludables. 'Está por encima de la financiación', explicó el cardiólogo catalán. 'Es un modelo muy nuevo no sólo en España sino en EEUU, donde sólo lo llevan a cabo cinco instituciones'. Según Fuster, la Iniciativa VIVE permitirá dotar de infraestructura a proyectos científicos, así como involucrar en los mismos a centros de estadística o matemáticas que permitan traducir la ciencia en educación.

El vicepresidente de la Fundación SHE, Carles Villarrubí, señaló que la globalización está haciendo que 'la sociedad sea cada vez más consciente' de la epidemia cardiovascular pero, también, que 'el método científico sea cada vez más asequible'.

Un proyecto prueba el método de alcohólicos anónimos en obesos

Villarrubí, también vicepresidente del Fútbol Club Barcelona, señaló algunos cambios prácticos que supondrá la Iniciativa VIVE. 'Los máximos objetivos de la Fundación SHE están en la divulgación; ahora podremos aproximar la investigación más básica a los niños, ya que se ha demostrado que, si se les enseña, les gusta la ciencia', concluyó.

Fuster también explicó con algunos ejemplos lo que supondrá la nueva alianza. Por ejemplo, detalló las últimas investigaciones científicas en una de las tres áreas junto con la obesidad, el infarto de miocardio y los accidentes vasculares que más le preocupan: el desarrollo embrionario y el envejecimiento. Se ha demostrado, por ejemplo, que existe una estrecha relación entre la enfermedad cardiovascular y dolencias asociadas al envejecimiento como el alzhéimer o las demencias seniles. '¿Qué se puede hacer en el campo de la educación con respecto a esto?', se preguntó Fuster.

El cardiólogo señaló uno de sus proyectos estrella, el mapa de salud cardiovascular de los habitantes de la isla de Granada. Este pequeño país, que pasó de ser una nación rural a una economía media en muy poco tiempo, registró un importante aumento de factores de riesgo cardiovascular, como la obesidad y la hipertensión arterial. Tras realizar una radiografía del problema, se compararon dos intervenciones educativas.

«Es un modelo muy nuevo no sólo en España sino en EEUU», dice Fuster

Tras dividir a los habitantes con factores de riesgo en grupos de 20 hizo, a su vez, dos subgrupos. Una decena recibe unas guías sobre cómo llevar un estilo de vida saludable mientras que la otra mitad participa en unas charlas con un sistema similar al que se utiliza en alcohólicos anónimos. Se trata de ver si el grupo puede actuar como incentivo a la hora de conseguir un cambio de hábitos. Para Fuster esta hipótesis es, junto con la legislación, la única capaz de cambiar el comportamiento insalubre que ha llevado al mundo a la pandemia cardiovascular.

El cardiólogo cree que la verdadera derrota de la enfermedad cardiaca vendrá de la mano de los niños, ahora mismo grandes afectados por obesidad y con posibilidades de convertirse en enfermos pronto.

De ahí iniciativas como el programa SÍ!, que intenta promover la importancia de la salud en los niños desde la edad más temprana posible. 'Es increíble lo que los niños pueden llegar a influir en su entorno', reflexionó Fuster.

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