Irán está aún sopesando la posibilidad de aceptar la invitación de Estados Unidos para participar en la cumbre internacional sobre Afganistán, informó hoy el portavoz del Gobierno iraní, Gholam Husein Elham.

En declaraciones a los periodistas en Teherán, el representante del Ejecutivo se ufanó, asimismo, de que la comunidad internacional se haya percatado de que el régimen iraní es una pieza "fundamental" para la estabilidad en el citado país asiático.

"Estados Unidos y las grandes potencias se han dado cuenta de que la cuestión de Afganistán no se puede resolver sin la participación de la República Islámica", afirmó Elham.

El pasado martes, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, confirmó en Bruselas que su país tiene intención de invitar a Irán a la citada cumbre regional, en la que se discutirá una nueva estrategia para hacer frente a los grupos radicales suníes Taliban que actúan en territorio afgano.

Elham insistió hoy en que su país no ha tomado aún una decisión definitiva sobre la invitación, pero subrayó que "si las potencias occidentales necesitan nuestra ayuda deben pedirla".

"Lo estamos valorando desde el punto de vista de que estamos dispuestos a colaborar", afirmó.

Horas antes, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manoucher Mottaki,se expresó de manera similar en declaraciones difundidas por la televisión serbia.

"En ningún momento he dicho que no vayamos a participar, simplemente estamos considerándolo. Nuestro objetivo es que se restablezca la paz y la estabilidad en Afganistán", reiteró.

Estados Unidos e Irán rompieron sus relaciones diplomáticas en abril de 1980, poco después de que concluyera el largo asalto a la Embajada de Estados Unidos en Teherán y un año después de que triunfara la revolución islámica que derrocó al último Sha de Persia, el pro occidental Mohamad Reza Pahlevi.

Las relaciones empeoraron durante la Presidencia de George W. Bush, que acusó al régimen de los ayatolá de ocultar un programa nuclear paralelo para la adquisición de armas atómicas.

Poco después de acceder al cargo, su sucesor, Barack Obama, anunció su deseo de empezar un nuevo capítulo de relaciones con el régimen iraní si éste decidía "abrir el puño".

La invitación de Clinton a Irán para la cumbre sobre Afganistán ha sido entendida como una oportunidad de diálogo y un paso en el largo camino hacia el acercamiento.

Tanto Estados Unidos como Irán tiene un interés común en que el citado país recupere la estabilidad.

Para Washington sería una gran victoria en su lucha por erradicar el terrorismo internacional, mientras que Irán podría estabilizar su frontera suroriental, por la que fluye el contrabando de droga.

Aunque no hay fecha, se prevé que la cita internacional sobre Afganistán se celebre en una ciudad europea poco antes de la cumbre de la OTAN prevista para abril.