Unidades de las fuerzas de seguridad israelíes se han desplegado a lo largo de la frontera con Egipto, en la península del Sinaí, para tratar de impedir que elementos hostiles se infiltren en Israel, aprovechando la confusión que reina en la zona, con la intención de cometer atentados.

Algunos medios de comunicación hebreos han aumentado las criticas abiertas que dirigen contra Washington por haber abandonado a su suerte al presidente Hosni Mubarak y se preguntan si Estados Unidos haría lo mismo con Israel en una situación adversa.

Si cae Mubarak, Israel perderá a su principal aliado en la región. Egipto es el país árabe más importante y los líderes israelíes están siguiendo con la máxima atención todo lo que ocurre en la plaza Tahrir de El Cairo. Los sucesos de Egipto llegan pocos meses después de que las relaciones entre Israel y Turquía, su otro gran aliado en la región, se hayan paralizado completamente.

Netanyahu ha buscado un pretexto tras otro para seguir expandiendo las colonias

Los líderes israelíes han cerrado filas en torno a Mubarak porque creen que existe un gran riesgo de que los islamistas se hagan con el poder en el caso de que las protestas fuercen la salida del rais. En ese caso, Israel estaría rodeado por enemigos, no sólo por el norte con Hizbolá sino también por el sur, con Egipto.

La canciller alemana, Angela Merkel, que estos días visita Israel, manifestó ayer que lo que está sucediendo en Egipto no debe servir de pretexto para detener las negociaciones con los palestinos. No obstante, durante los dos últimos años el primer ministro Binyamín Netanyahu ha buscado un pretexto tras otro para seguir expandiendo las colonias en los territorios ocupados.

El lunes, Merkel hizo un llamamiento a Israel, el enésimo de este tipo, para que congele la construcción en las colonias. La UE no deja de pronunciarse en esta misma línea, pero la parálisis de los Veintisiete permite que Israel siga construyendo en las colonias con toda tranquilidad y sin ningún coste político.