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El jefe de las FINUL asegura que no tiene conocimiento de un posible rearme de Hizbulá

EFE

El jefe de las Fuerzas Interinas de la ONU en el Líbano (FINUL), el general Claudio Graziano, aseguró hoy que el contingente de cascos azules a su cargo no ha detectado el contrabando de armas a través de Siria que Israel asegura ha permitido el rearme de la milicia chií Hizbulá.

"No, que nosotros sepamos", respondió Graziano a una pregunta sobre las denuncias israelíes durante una conferencia de prensa en la sede de Naciones Unidas.

Graziano aseguró que sus soldados realizan unas quinientas patrullas diarias e investigan cualquier actividad sospechosa dentro de su jurisdicción en el sur del Líbano.

"No podemos decir que sea impermeable al cien por cien, pero mantenemos el control de la situación", indicó.

Algunos altos funcionarios israelíes aseguran que la fuerza internacional ha fracasado en su misión, porque no ha impedido el supuesto rearme de la milicia libanesa con la que el Ejército hebreo mantuvo una guerra en 2006.

Por otro lado, los dirigentes de Hizbulá ven desde un principio el despliegue de la FINUL con recelo porque está conformada mayoritariamente por militares de países occidentales.

Graziano aseguró que la fuerza de paz "ha tenido bastante éxito" en su labor de asegurar el cumplimiento de la resolución 1.701 que puso fin al conflicto de hace dos años y que le dio el mandato al FINUL de asistir al Ejército libanés para que recupere el control del sur del país.

También criticó las continuas violaciones del espacio aéreo libanés por parte de aviones militares israelíes, que consideró que socavan la "credibilidad" de la misión de paz.

"No tenemos otro instrumento que el de protestar por estas violaciones", apuntó.

Al mismo tiempo, dijo esperar que no se derribe ninguno de los aparatos israelíes sobre territorio libanés.

"Nuestra misión es evitar la reanudación de las hostilidades, y por eso no quiero que nadie muera", agregó.

La posible suerte de un piloto israelí derribado en suelo libanés causó una reciente controversia entre Hizbulá cuando un periódico cercano a la milicia chií aseguró que la FINUL cuenta con instrucciones de proteger a cualquier aviador derribado.

El rotativo Al Ajbar aseguró que las instrucciones se deben al creciente temor de que los milicianos cuenten con armas capaces de derribar a los aviones israelíes que continuamente realizan misiones de reconocimiento sobre el Líbano.

Graziano aseguró en la conferencia de prensa de hoy que la actuación de la fuerza de paz en estos casos está claramente delineada por su mandato.

La obligación de los cascos azules, prosiguió, es entregar cualquier combatiente en su zona de jurisdicción a las autoridades legítimas, que en este caso es el Ejército libanés.

La FINUL está desplegada en el Líbano desde 1978 para supervisar el conflicto entre este país e Israel, y su último mandato fue establecido por la ONU tras la guerra de 2006 con el objetivo de pacificar la frontera entre ambos países.

La captura de dos soldados israelíes por milicianos de Hizbulá fue lo que desencadenó la ofensiva israelí contra el Líbano en julio de 2006.

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