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José Luis Mendilíbar: "Schuster hace lo de antes, no vale criticarle ahora"

Entrenador del Valladolid. Uno de los técnicos con una propuesta más valiente y recién renovado mide la crisis del actual campeón

LADISLAO JAVIER MOÑINO

Mientras de fondo se escuchaba la ronca voz de Mendílibar abroncando a Ogbeche, el presidente del Valladolid, Carlos Suárez, a pie de campo, anuncia a los medios la renovación por una temporada del entrenador. Otro año más apostando a un estilo atrevido. La defensa adelantada sin reparar en el nombre del rival. Esté quien esté delante, a Mendilíbar le va jugar en el alambre.

Una renovación más ganada con la defensa a 40 metros.

En todos los equipos que he estado, ha sido así. Puede que se dé el caso del 6-0 de la semana pasada ante el Barça, pero da igual perder por seis que por dos. Los jugadores asumen ese riesgo y yo, también.

No para de corregir en el entrenamiento.

No concibo estar en un entreno sólo para verlo.

¿Tiene que ver con su frase 'de futbolista fui un membrillo'?

Sí, no quiero que mis jugadores se queden en el camino por tener una mente blanda.

¿Se dio cuenta tarde de que era un blando?

Con Irureta en el Sestao, me hice más maduro y empecé a pensar el fútbol de otra manera. Tenía 24 años y hasta entonces tenía condiciones técnicas y físicas muy buenas, pero no era competitivo, por eso me quedé en Segunda. Y por eso aquí, a Pedro León, que tiene unas condiciones muy buenas, le machaco.

Usted no hubiera sido el primer jugador frío que triunfa en el Athletic.

Pero tenían más calidad que yo y, además, la gente les quería. Clemente, Rojo, Argote, Yeste ahora, aunque quizá a este se le perdona menos que a los otros, llevaban el número 10 y eran el icono del club.

Recuerdos del Athletic... ¿Y de niño?

En Zaldivar iba a un bar a ver el fútbol. Con ocho años, en mi casa no había televisión y allí estaba yo, jugara quien jugara. A veces era el único de todo el bar que miraba el partido.

'Si no corremos, somos caca de vaca'.

Por técnica o por colocación, no podemos ganar. .

Usted necesita once líberos por la ocupación y la anticipación que exige.

Es verdad. No me gusta marcar al hombre, me gusta estar siempre entre contrarios. Me gusta llegar a varios sitos y para eso hay que estar muy vivo. En esta manera de jugar hay que intuir mucho.

Joseba Llorente la rompe en el Villarreal.

Me alegro mucho, hubo gente que cuando subimos decía que no era delantero para Primera. Ahora, comentaban que no valía para un equipo de Liga de Campeones. Con nosotros era el primero en presionar, se machacaba. En el Villarreal empezó corriendo los primeros partidos y, cuando vio que el resto no le acompañaba, se calmó y se paró. Ahora sabe que los goles le van a llegar, no con velocidad y con centros, sino con toque.

¿Cómo se ha reiventado el equipo sin Llorente?

A veces soy un poco cabezón y quiero hacer un fútbol que a lo mejor con algunos futbolistas no puedes. Pero también soy de los que piensa que porque no me salga en un mes, no puedo volver atrás. También he entrenado a otros equipos sin Joseba y jugaba igual. No me hipoteco a un jugador.

¿Qué le queda del Éibar?

Uf, fue una gozada. Hasta en los viajes en autobús hacíamos una excursión bonita. Parábamos a los once de la mañana y sacábamos la bota de vino, la cerveza, el jamón, el agua... eso lo echo de menos. Allí, en medio de la autovía, sin entrar a ningún restaurante. Clubes como el Éibar tienen que existir siempre.

Usted le dio un toque especial que no tenía.

Tuvimos un equipo muy bueno, con Silva,Iraizoz, Cifuentes, Moisés, Llorente Cambiamos el estilo, no jugamos tan en largo como estaban acostumbrados allí, combinamos más, pero manteniendo esa presión y el correr.

Silva se hizo hombre allí.

Era ya muy bueno. Con 18 años, viniendo del Valencia, canario, y en Segunda... que se formara como lo hizo allí no lo hace cualquiera. Era el primero que peleaba, si tenía que meter un codo en un salto, lo metía.

Usted puede explicar lo del Madrid con el Real Unión.

El Real Unión preparó el partido a muerte, era su Champions. Esto ya no es como hace 25 años, cuando los equipos de Tercera y Segunda B apenas se entrenaban. Ahora lo hacen igual o más que los de Primera, así que físicamente están más fuertes, porque los trabajas más al tener menos técnica.

Abasolo, Segunda B, rompió a Cannavaro, Balón de Oro.

Es que Abasolo tiene unas condiciones sensacionales, le conozco porque estuve con él en Éibar. Cannavaro igual piensa que un jugador de Segunda B no puede romperle, pero los hay que sí.

¿Qué le vio al Barça?

Uf, todo. A Messi no pudimos quitarle ni un balón. Le ves en la televisión y es muy bueno, le ves en directo, a cinco metros, y es mejor todavía. Puyol, con 4-0 y posibilidad nuestra de llegar al área, iba como un león. Están teniendo lo de hace cuatro años con Rijkaard.

El síntoma inequívoco del bajón de un equipo es la presión tibia.

Sí, es que estamos equivocados con el Barça. Parece que destaca por su toque, pero cuando pierde el balón, no te deja dar dos pases seguidos. Si consigues dar el tercer pase, a ellos también se les complica. La primera idea que tienen es ir todos hacia adelante para robar. Eso se inculca en los entrenamientos. En las imágenes que dan de los entrenos del Barça, se ve a Guardiola metido en su papel, corrigiendo.

'El Madrid es anárquico'.

Sí, pero con muy buenos jugadores y al final también tienen casta. La tiene Raúl, Ramos... Quizá los holandeses sean más fríos, aunque marcan golazos que salen en todas la televisiones durante un mes. Creo que son mejores los goles colectivos. Para ser mejor futbolista, el de calidad tiene que correr, no para cansarse, sino porque le mete en el partido. A Ronaldo se le destacaba cuando hacía un gol, pero tenía condiciones para hacer más.

¿Guardiola es entrenador y Schuster, alineador?

Schuster hace lo mismo que el año pasado y nadie le discutía. A Guardiola le llegará cuando pierda. Las críticas a Schuster tenían que haber sido el año pasado, ahora no me valen.

Ya se le criticaba.

En equipos pequeños, lo ha hecho bien. Siempre digo que con figuras es más fácil sacar resultados, pero es más difícil entrenar. Al Xerez y al Getafe tenía que trabajarlos y lo hizo.

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