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Los jóvenes de EEUU ignoran la ley y mandan SMS al volante

Reuters

Karen Cordova, una estudiante de secundaria de 17 años y cajera de supermercado a tiempo parcial, admite que algunas veces manda mensajes de texto a sus amigos mientras conduce a casa desde el trabajo por la noche, sola y aburrida.

La adolescente de Arizona sabe que lo que hace es ilegal en Phoenix, además de peligroso. Una vez casi se choca con los vehículos que venían en sentido contrario cuando miraba el teléfono.

¿Pero conseguiría una orden nacional que Cordova y sus amigos dejaran de mandar SMS mientras conducen? De ninguna manera, dijo la adolescente.

"Nadie va a hacer caso", dijo Cordova.

En un momento en el que en Washington se está tratando de que los 50 estados del país prohíban mandar mensajes al volante, hay pruebas de que la franja de población a la que va destinada esta medida, los conductores adolescentes, no le prestará mucha atención.

Al menos un estudio ha hallado que, dado que los dispositivos móviles son claves en sus vidas, los jóvenes a menudo ignoran las normas contra el uso de los móviles en el coche.

El número de mensajes de texto que se mandan se ha multiplicado por diez en los últimos tres años y los estadounidenses enviaron una cifra estimada de un billón de SMS en 2009.

Algunos organismos policiales, pese a estar a favor de tales ordenanzas, dicen que es difícil que los agentes las hagan cumplir.

La patrulla de tráfico de California ha multado casi a 163.000 conductores que hablaban por el teléfono desde mediados de 2008. Sin embargo, sólo ha emitido 1.400 citaciones por mandar SMS desde enero, en un estado de 23 millones de conductores, y no porque no lo haya intentado.

"Es relativamente fácil de ver cuando alguien está hablando con el teléfono en la mano, lo vemos cuando alguien lo tiene pegado a la oreja", dijo la portavoz de CHP Fran Clader.

"Pero con el envío de mensajes de texto es un poco más difícil pillarles en el momento", añadió.

Diecinueve estados y el distrito de Columbia prohíben mandar mensajes de texto a todos los conductores, mientras que otros nueve tienen esa misma prohibición para los conductores jóvenes.

En julio, el senador demócrata Chuck Schumer, citando un estudio que halló que los conductores que envían SMS tenían 23 veces más posibilidades de sufrir un accidente, introdujo un proyecto de ley que pedía a los estados que prohibiera esta práctica o se arriesgaban a perder fondos federales para autopistas.

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