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Los jugadores ingleses defienden a su portero

Reuters

Los jugadores referentes de la selección de fútbol inglesa cerraron filas el domingo para defender al portero Robert Green de las críticas y se tomaron el empate contra Estados Unidos como una motivación para su futuro en el Mundial de Sudáfrica.

Green cometió un grave error cuando la pelota se le escapó de las manos tras el suave remate de Clint Dempsey, un fallo que permitió que los estadounidenses igualaran 1-1 a los 41 minutos del primer partido del Grupo C, disputado en el estadio Royal Bafokeng.

El centrocampista y capitán inglés Steven Gerrard había abierto el marcador a los cuatro minutos.

"Fue un mal momento para Robert Green, un gol extraño, y reconoció su error en el vestuario", dijo Gerrard.

"Eso muestra la clase de hombre que es... e hizo una fantástica parada en la segunda mitad, lo que demuestra que tuvo fuerzas para recuperarse. Será muy importante para nosotros", agregó sobre el guardameta de 30 años.

Gerrard negó que el resultado haya puesto al equipo bajo una mayor presión.

"Jugamos bastante bien tras anotar nuestro gol, pero existe espacio para la improvisación. Es importante no haber perdido en el debut, donde siempre hay muchos nervios", dijo Gerrard.

El error infantil de Green fue catastrófico, pero no fue la única razón por la que Inglaterra no pudiera ganar y lejos del error, la mayoría de los críticos se centraron en los espacios que dejó una pasiva defensa inglesa ante los contragolpes estadounidenses.

LIMITADA E INFLEXIBLE

Como en muchas Copas del Mundo, Inglaterra pareció un equipo inflexible, con limitaciones técnicas y poca imaginación. En tanto, la decisión del técnico Fabio Capello de dar la alineación sólo antes de los partidos no pareció favorecer al equipo inglés.

A ratos, Inglaterra pareció incómoda en el campo de juego, ya fuese con la posesión de la pelota o sin ella.

Mientras, su rigidez en el sistema 4-4-2 con dos extremos y un par de delanteros dejó a los centrocampistas centrales, Gerrard y Frank Lampard, bastante expuestos a los ataques estadounidenses.

La falta de ritmo de la defensa fue uno de los problemas más evidentes en la escuadra inglesa, particularmente después de que Ledley King, quien sufre de una lesión crónica en una de sus rodillas, fuera reemplazado por Jamie Carragher.

King se perderá el próximo partido de su equipo ante Argelia el viernes en Ciudad del Cabo.

Rooney completó siete partidos sin anotar por Inglaterra, mientras que Heskey sólo ha convertido 7 goles en 59 partidos con la selección.

En la víspera del partido contra Estados Unidos, Capello dijo que Inglaterra llegaría a la final. Sin embargo, pese a su predicción, el técnico miraba horrorizado el sábado como sus dirigidos empataban el partido ante los estadounidenses.

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