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Un jurado popular dictará sentencia en el juicio de Anna Politkóvskaya, que será público

EFE

Un jurado popular dictará sentencia en el juicio por el asesinato de una de las periodistas más críticas con el Kremlin, Anna Politkóvskaya, que será público como había solicitado la familia.

El Tribunal Militar de la región de Moscú, donde se celebrará el juicio, hizo este dictamen hoy durante la segunda y última vista preliminar que se celebró dos años después del asesinato de la reportera en el portal de su casa el 7 de octubre de 2006.

Con todo, el juez Yevgueni Zubov advirtió de que en caso de que los miembros del jurado popular denuncien presiones por cualquiera de las partes el juicio se celebraría a puerta cerrada.

"Un juicio cerrado tendría consecuencias muy negativas", replicó Karina Moskalenko, abogada de la familia de Politkóvskaya.

De la misma opinión es Murad Musáyev, abogado de la defensa, que aseguró que sus representados, que insisten en su inocencia, "desean que todo el mundo sepa lo que ocurre no sólo durante el juicio, sino también en la investigación".

En cambio, la Fiscalía arguyó que el proceso no debiera ser público, ya que entre los materiales del caso existen documentos considerados secretos de estado.

Moskalenko, que ha representado también al asesinado ex agente ruso Alexandr Litvinenko, al encarcelado magnate Mijaíl Jodorkovski y a los familiares de las víctimas de las tomas de rehenes en el teatro Dubrovka de Moscú (2002) y la escuela de Beslán (2004), propuso que aquellas vistas donde se deba aludir a secretos de estado se celebren a puerta cerrada.

Mañana, martes, comenzará el proceso de selección de los doce miembros y los ocho suplentes del jurado, que serán elegidos entre un total de dos mil candidaturas, según informó la agencia Interfax.

Los abogados de la familia han criticado el hecho de que el caso sea visto por un jurado popular, que suele ser más benévolo con los acusados que los jueces profesionales.

El juez señaló que las partes pueden rechazar a los miembros del jurado que consideren tendenciosos, pero sólo antes de que dé comience el juicio.

Además, recordó a la fiscalía que el nombre del presunto asesino de Politkóvskaya no puede ser mencionado durante el proceso, ya que así lo prohíbe la Constitución rusa, que contempla la presunción de inocencia.

Por otra parte, Moskalenko insistió en la necesidad de continuar la investigación, ya que aún "no han sido identificados los que encargaron el asesinato y los que financiaron el crimen".

El hijo de la periodista, Iliá Politkovski, ha denunciado que en "el banquillo de los acusados sólo figura una pequeña parte de los implicados".

El presunto autor material del crimen, identificado como Rustam Majmúdov, es objeto de búsqueda y captura internacional, y su fuga ha sido muy criticada, particularmente por el semanario "Nóvaya Gazeta", donde Politkóvskaya trabajó desde 1999 hasta su muerte.

Mientras, en el banquillo de los acusados están dos hermanos Majmúdov, como supuestos cómplices, y también el ex policía Serguéi Jadzhikurbánov, que les podría haber asistido en el asesinato.

"Confiamos en la humanidad, justicia y objetividad del jurado", señaló Dzhabraíl Majmúdov, que aseguró desconocer quién mató a Politkóvskaya, según la agencia Interfax.

Además, aparece implicado, aunque no acusado, el coronel de los servicios secretos rusos Pável Riáguzov, quien podría haber facilitado a los asesinos la dirección de Politkóvskaya.

Por otra parte, Moskalenko también subrayó el interés en que el presidente chechén, Ramzán Kadírov, declare en el juicio en calidad de testigo, ya que su nombre surgió varias veces durante la investigación del asesinato, perpetrado el 7 de octubre de 2006.

Precisamente, Kadírov, al que Politkóvskaya describió como el "Stalin de nuestro tiempo", fue señalado en un principio por la prensa como posible inductor del asesinato, lo que él siempre ha negado.

Los hijos de Politkóvskaya, una de las periodistas más críticas con la política del Kremlin en el Cáucaso, anunciaron también hoy una demanda civil contra los acusados por daños morales por valor de 10 millones de rublos (casi 300.000 euros).

El asesinato de Politkóvskaya fue perpetrado cuando la periodista preparaba un artículo sobre las torturas sistemáticas en Chechenia, que fue publicado por sus compañeros cinco días después de su muerte.

Politkóvskaya, que nació en Nueva York en 1958 tenía doble ciudadanía (rusa y estadounidense).

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