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Karachi, un refugio pero no una base para los talibanes

Reuters

El arresto del máximo comandante militar de los talibanes afganos en Karachi ha hecho surgir las preocupaciones sobre los extremistas en esa ciudad, pero analistas expertos en seguridad afirman que no es probable que la capital comercial de Pakistán se convierta en un bastión islamista.

Responsables estadounidenses y paquistaníes dijeron el martes que el mulá Abdul Ghani Baradar había sido capturado en una operación conjunta de las agencias de espionaje paquistaníes y estadounidenses.

Aunque los inversores se han acostumbrado a la violencia en el noroeste pastún de Pakistán, en la frontera afgana, los problemas en Karachi tienen un impacto más directo sobre los mercados financieros.

Karachi, con 18 millones de habitantes, genera el 68% de los ingresos del gobierno y el 25% del Producto Interior Bruto de Pakistán.

"La reacción inicial a las noticias del arresto del mulá Baradar fue '¡oh no, en Karachi no!', pero el hecho de que haya sido arrestado son buenas noticias en sí mismas", dijo Jalid Iqbal Sidiqui, director de investigación en el broker Invest and Finance Securities.

"Aunque la presencia de este tipo de extremistas de alto perfil en la ciudad es una preocupación, los incidentes violentos preocupan más a los inversores y hasta ahora la sensación es que los temores a una talibanización aquí son exagerados", dijo.

La presencia talibán en Karachi se ha convertido en un asunto político candente en la ciudad, donde la rivalidad a menudo ha desatado enfrentamientos sangrientos entre los activistas de distintos partidos.

El Movimiento Mutahida Qaumi (MQM), la fuerza política dominante de Karachi, ha criticado abiertamente a los talibanes y ha planteado sus temores a la "talibanización" de la ciudad.

En Karachi vive la mayor concentración de pastunes fuera de la Provincia de la Frontera Noroeste. Muchos miembros de los talibanes, tanto en Afganistán como en Pakistán, son pastunes.

REFUGIO TEMPORAL

Muchos de los pastunes de Karachi respaldan un partido dominado por los pastunes que se enfrente al MQM y los analistas dicen que las advertencias de esa formación sobre una infiltración talibán son al menos en parte una táctica política.

Sin embargo, se cree que la presencia pastún otorga a los extremistas como Baradar redes de apoyo y un gran núcleo de población en el que confundirse y esconderse.

El alcalde de Karachi, Syed Mustafa Kamal, miembro del MQM, dijo a Reuters en una entrevista reciente que la ciudad era el motor de ingresos de los talibanes.

Pero analistas y responsables dicen que aunque los talibanes podrían estar recogiendo fondos y escondiéndose en Karachi, no fueron capaces de imponer su mandato austero y convertir los barrios en sus bastiones.

"Pueden tener un refugio temporal aquí, pero ciertamente Karachi no es un sitio para que ellos creen una base", dijo el general retirado del Ejército Moinudin Haider, ex gobernador de la provincia de Sindh, de la cual Karachi es la capital.

"Las agencias de inteligencia son muy activas aquí y no es fácil para ellos venir aquí y esconderse", dijo Haider.

Los partidos políticos liberales, incluido el más grande del país, liderado por el presidente Asif Ali Zardari, también tienen un fuerte apoyo en Karachi.

Debido a eso, es improbable que los talibanes encuentren un terreno para el reclutamiento aunque tengan simpatizantes en algunas madrasas radicales (colegios religiosos).

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