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El kirchnerismo somete a escrutinio sus 10 años en el poder

El partido de Cristina Fernández afronta el reto de mantener su hegemonía, en medio de una situación económica desfavorable, mientras la presidenta se encuentra retirada temporalmente de la escena política por problemas

ANA DELICADO

Argentina se asoma a las elecciones legislativas de este domingo con un ojo puesto en las presidenciales de 2015. La campaña electoral ha transcurrido con un claro afán proselitista ante un escenario plagado de conjeturas, no tanto por los resultados de estos comicios como por el juego de fuerzas que ha comenzado a desplazarse sobre el tablero político en base a estrategias de poder que tienen estos dos años por todo horizonte.

La situación socioeconómica, bastante convulsa en estos tiempos, no juega a favor del oficialismo, que ha visto crecer como principal opositor a un hombre que salió de sus filas, Sergio Massa, y que además tiene ausente a su principal líder político, la presidenta Cristina Fernández, en convalecencia durante un mes tras ser operada el pasado 8 de octubre de un hematoma intracreaneal.

La cobertura mediática no pierde de vista lo que sucede en la provincia de Buenos Aires, en donde se concentra el 37,4% del censo electoral. Massa, candidato a la Cámara de Diputados en este distrito con su partido Frente Renovador, aventaja según las encuestas al postulante del kirchnerismo Martín Insaurralde, al que superaría por entre 9 y 13 puntos de diferencia.

Lo confirma a Público el sociólogo Ricardo Rouvier, titular de la consultora Rouvier & Asociados. 'En general, los segundos Gobiernos no tienen el mismo grado de eficacia que el primero. En Argentina se han acumulado una serie de factores económicos, políticos y sociales que aparecen como problemáticas y que el kirchnerismo no ha sabido resolver', reflexiona Rouvier. 'La inseguridad, la inflación, y la credibilidad que la población da a las denuncias de corrupción de los grandes medios, junto a otras cuestiones como la política en transportes, han debilitado el consenso que tenía el Ejecutivo'.

Por el contrario, Massa ha logrado ir en ascenso pese a sus consignas de cierta ambigüedad y carentes de una posición ideológica taxativa. 'No se puede hablar mucho de él en términos de ideas porque no es muy exhaustivo en torno a su modo de pensar', reconoce Rouvier. Pero sí se puede hablar de su trayectoria. 'Viene de un partido de centro derecha y hoy en vías de desaparición, la UCeDé, que es la expresión pura del liberalismo. Después se incorporó al peronismo'.

Desde ese peronismo gobernante, y bajo el ala de Cristina Fernández, fue director del organismo que gestiona las prestaciones sociales, el ANSES, y luego fue jefe de Gabinete de ministros. 'Al mismo tiempo hizo un desarrollo territorial en el lugar en el que vive, Tigre [un municipio cercano a la ciudad de Buenos Aires], y logró ser intendente [alcalde]', añade Rouvier. 'Después tuvo una relación complicada con Cristina, así que terminó saliendo del Gobierno'.

Pero Massa no necesita renegar de su pasado peronista. 'Él quiere atraer votos peronistas y no peronistas', concluye el analista. 'No se va a mantener encolumnado dentro del kirchnerismo, porque no es su negocio, y le sacaría votos competir con peronistas más puros. Así que se va a mantener navegando a dos aguas'.

En estos comicios se renueva la mitad de los escaños de la Cámara de Diputados (127) y un tercio de los del Senado (24). El oficialismo tiene todavía el control de las dos cámaras, pero su Gobierno puede entrar en una etapa complicada de acuerdo a lo que elijan las más de 30 millones de personas habilitadas para votar.

'Se juegan varias cosas', advierte el ex director de Le Monde Diplomatique, Carlos Gabetta. 'En primer lugar, un proyecto del actual Gobierno, del peronismo kirchnerista, que consistía en conseguir una mayoría que les permitiese cambiar la Constitución para que Cristina pudiese ser reelecta en 2015'.  Esto es improbable que suceda. En las elecciones primarias del 11 de agosto, el kirchnerismo presumió de seguir siendo la fuerza más votada en todo el territorio, pero en realidad salió desgastado al perder en 15 de los 24 distritos del país, incluidos los de mayor peso demográfico y económico.

'Durante estas semanas se especuló con que la enfermedad de Cristina pudiese generar una ola emotiva que le hiciese reducir una pérdida de votos', analiza Gabetta. Dos imprevistos han alejado esa posibilidad. El primero fue la difusión de un vídeo en el que se veía a Juan Cabandié, candidato a Diputados en la ciudad de Buenos Aires, tratando de amedrentar a una gendarme que quiso retener su vehículo por no llevar el comprobante del pago del seguro. El segundo fue un accidente que sufrió el pasado sábado uno de los trenes que traslada miles de pasajeros cada día entre la provincia de Buenos Aires y la capital. No hubo que lamentar víctimas mortales, pero en los últimos dos años esa misma línea de ferrocarril, el Sarmiento, ha sufrido otros tres accidentes que en total han causado 65 muertos y más de 1.300 heridos.

'Todo parece indicar que el domingo se va a confirmar una importante derrota del Gobierno', apunta Gabetta. 'Hay una crisis económica importante: el dólar paralelo [por afuera del mercado oficial] ha superado los 10 pesos; las reservas del Banco Central no dejan de decrecer y la inflación es altísima. La Argentina es un país muy rico, con muchas posibilidades, y quizás, tomando algunas medidas inteligentes, se podría llegar a 2015 sin que la situación se agravara'.

Aquí es donde los distintos peronistas, oficialistas o no, van a olfatear por dónde el poder seguirá su cauce. El ex director de Le Monde Diplomatique se muestra aquí categórico. 'El peronismo es un puro ejercicio del poder', afirma. 'Si se tienen que mostrar de derechas, se muestran de derechas, y si tiene que mostrarse de izquierdas, se muestran de izquierdas. Si el tema es la inseguridad, hablarán de inseguridad. No hay una teoría detrás, ni un objetivo, ni una ética ni una moral'.

Al mismo tiempo, la sociedad argentina es políticamente muy volátil.'Massa tiene muchos empresarios detrás [entre ellos, parte de la Unión Industrial Argentina], y muchos alcaldes que se han pasado a su lado' sostiene Gabetta. 'Esto ha pasado muchas veces en la política argentina: la movilidad de los intereses políticos, detrás de los cuales hay claros intereses económicos'.

Esos intereses no pueden desligarse del peronismo, que abarca todo el país a través de una red formada por referentes políticos. 'Son pequeños alcaldes de centeneras de pueblos, y de pequeñas y medianas ciudades que a la vez están vinculados con sindicalistas y con jueces', concluye el periodista. 'Y la política, en general, está ligada por un lado a la Justicia, y el otro a las barras bravas [hinchas] y a la delincuencia'.

Todo ello se enmarca en una campaña política con tendencia a los personalismos y más propensa a los eslóganes que a las propuestas, jaleada por una inquietud social que ha desembocado en algunos episodios violentos, como el tiroteo en Jujuy contra una dirigente social kirchnerista, Milagros Sala.

El 30 de octubre se cumplirá en Argentina el trigésimo aniversario de la vuelta a la democracia. No obstante, la fecha de estas elecciones es la que ha conseguido absorber la mayoría de las atenciones, aunque la incertidumbre no terminará ese día.

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