El Partido Laborista fue el ganador de las elecciones locales y regionales celebradas en Noruega, en las que los conservadores experimentaron una gran subida y la ultraderecha sufrió un notable retroceso, informó hoy la Autoridad Electoral.

Escrutado el 99,5 % de los votos en los comicios municipales de ayer, lunes, los laboristas subieron dos puntos hasta el 31,7, seguidos por el Partido Conservador con el 28, lo que supone una subida de 8,8 puntos.

Los conservadores retuvieron además el poder en Oslo y en otras ciudades importantes como Bergen.

El Partido del Progreso mantuvo la tercera plaza, pero con el 11,5 %, 6 puntos menos que hace cuatro años, con lo que es el gran derrotado de los comicios, celebrados mes y medio después de los atentados perpetrados por el fundamentalista cristiano Anders Behring Breivik y en los que murieron 77 personas.

El Partido del Centro y el Partido de la Izquierda Socialista, aliados en el Gobierno de los laboristas, perdieron 1,1 y 2 puntos para situarse en el 6,8 y el 4 %, respectivamente.

El Partido Liberal obtuvo el 6,2, 4 décimas menos, y el Partido Cristianodemócrata, el 5,6, 0,7 menos.

Si se extrapolasen los resultados de las elecciones regionales, como si se tratasen de unos comicios generales, el bloque de izquierda perdería la mayoría absoluta de que goza en la actualidad al lograr 81 de los 169 diputados del Parlamento.

Los laboristas incluso perderían un escaño para quedarse en 63, a pesar de la popularidad del primer ministro, el laborista Jens Stoltenberg, cuyo papel en los días posteriores a los atentados ha sido elogiado por toda la sociedad noruega.

Los partidos de la coalición de derecha no obtendrían por sí solos mayoría absoluta, a no ser que pactaran con el Partido del Progreso, que perdería su condición de segunda fuerza más votada y vería reducidos a menos de la mitad sus 41 escaños (20).

Pese a las llamadas a las urnas realizadas durante toda la campaña por todos los partidos como respuesta a los atentados, los datos provisionales apuntan a una participación del 61,3 %, apenas unas décimas superior a la de hace cuatro años.