"Le Petit Nicolas", el niño protagonista de los libros creados por el genio de René Goscinny y Jean-Jacques Sempé y que cumple este año su medio siglo, llega ahora al cine en una película que se estrena en las salas de Francia.

El personaje en el que se vieron reflejados millones de lectores de todo el mundo pasa de las páginas a las pantallas, en un filme dirigido por Laurent Tirard que mantiene la ambientación en los años cincuenta del pasado siglo, aunque con la pretensión de aparecer como "intemporal".

Tirard confiesa hoy en el diario "Journal du Dimanche" que "'Le petit Nicolas' soy yo", después de haberse releído los cómics del pequeño francés, protagonista de auténticas gamberradas junto con sus compañeros de colegio y observador estupefacto a veces del mundo de los adultos.

El director reconoce que, de niño, él también miraba ese mundo "entre la fascinación y la incomprensión", pero admite además que la tarea de elegir a los actores que iban a encarnar a Nicolas y a sus compañeros no fue fácil.

Para el personaje principal (interpretado finalmente por Maxime Godart), el director tenía dos candidatos y sólo diez días después de comenzar el rodaje tuvo que admitir que su primer elegido no daba el tipo: "el día que tuve que decirle a su madre que lo dejábamos fue uno de los peores de mi vida".

La versión que se estrena el 30 de septiembre en los cines de Francia tiene como protagonistas a Valérie Mercier y Kad Merad, en los papeles de los padres de Nicolas, una pareja que cobra mayor relevancia en el cine con relación a la que tienen en la obra original.

"Le Petit Nicolas" llega en versión cinematográfica después de cinco décadas de éxito ininterrumpido y en el año en el que se le han dedicado homenajes y exposiciones al personaje que tradujo al mundo una forma francesa de mirar la cotidianeidad salida del tiempo oscuro de la posguerra.

El Ayuntamiento de París le dedicó hasta el pasado mayo una muestra con 150 dibujos y archivos originales, cedidos por la hija del autor, Anne Goscinny, que ha vigilado además el paso de Nicolas al cine.

Nicolas y sus amigos -Alceste, Agnan, Clotaire, Geoffroy, Eudes- hacen del patio de la escuela su campo de batalla particular en una Francia que vive de lleno la Guerra de Argelia y que el director del filme acerca a la estética de Jacques Tati, según propia declaración de intenciones.

El rodaje, según Tirard, tuvo algo del ambiente que se desprende de las lecturas de los libros de Sempé y Goscinny y el director confiesa sus dolores de cabeza al final de cada jornada después de tener que batallar con el centenar de pequeños correteando por el patio de la escuela: "nunca todos atentos al mismo tiempo".