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Le roban una bici exclusiva, la recupera por Internet y el ladrón le felicita

A Iván Yarza le robaron su modelo especial de bici, valorada en más de 800 euros,  pero consiguió dar con ella a través Internet

SERGIO ANDREU

Iván Yarza, un traductor de 34 años, ha recuperado la bicicleta que le robaron en el centro de Barcelona: un modelo especial que había ensamblado con piezas exclusivas y que el descarado ladrón puso a la venta por Internet. Al ser sorprendido por el propietario, el ladrón le felicitó por haber dado con ella.

Esta historia del cinismo personificado se remonta al 27 de septiembre. Iván dejó ese día la bicicleta atada con cadena junto a la cristalera de un bar de la calle Joaquín Costa mientas tomaba una cerveza. En el tiempo que empleó en pagar, la bicicleta voló.

'Estaban controlando cómo la controlaba y me la quitaron cuando me despisté', recuerda a Efe el joven, que explica que la bici, un modelo de piñón fijo, se la habían montado en un taller del Raval con piezas descatalogadas, algunas de ellas conseguidas por trueque a través de Internet, 'irrepetibles', afirma, y con un sillín de cuero 'tan cómodo como unos zapatos viejos'.

No se resignó. Puso una denuncia ante los Mossos d'Esquadra e hizo copias de una fotografía de su querida bici que distribuyó por los talleres de la ciudad, por si el ladrón, o quien fuera, aparecía con ella para arreglarla, pues, al ser de piñón fijo, podía ocurrir que quien la hubiese robado no supiera utilizarla y pensara que estaba rota.

Pasó el tiempo y, a mediados de febrero, una amiga puso sobre aviso a Iván de que alguien pretendía vender a través de un portal de Internet una bicicleta que parecía la suya 'a 30 euros, cuando sólo en piezas valía, al menos, 800'.

Su amiga le pasó la foto -'era realmente mi bici', recuerda Iván- así como el nombre y el teléfono del vendedor, con el que se puso en contacto para cerrar la 'venta'.

Con la denuncia en la bolsa, concertó una cita con él, que resultó ser un risueño chaval de unos dieciocho años de origen árabe que apareció sin la bici y le paseó por el Raval explicándole las 'características del producto', que evidentemente el comprador conocía.

Cuando finalmente trajo la bicicleta para cerrar el negocio, Iván sacó la denuncia y le dijo de repente que era suya y que se la habían robado en septiembre. 'Es increíble. Le cambió la cara, pero en vez de asustarse, me dio la más cálida enhorabuena, como si fuera mi mejor amigo, como si no tuviera nada que ver con el robo', narra alegre ahora el propietario.

'Te felicito por haberla encontrado', le dijo el ladrón al chico, mientras le daba la mano, se daba la vuelta y le dejaba allí perplejo, con su bici vintage intacta.

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