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Liberados dos españoles que habían sido secuestrados en Nigeria

Casi sin comer. Vestidos con una simple camiseta. Y, en más de una ocasión, atados. Así pasaron los catorce días de secuestro José Bufí Pérez y Alonso Boj Escobedo

ÓSCAR LÓPEZ FONSECA


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Casi sin comer. Vestidos con una simple camiseta. Y, en más de una ocasión, atados. Así pasaron los catorce días de secuestro José Bufí Pérez y Alonso Boj Escobedo, dos empresarios españoles que fueron secuestrados en Nigeria el pasado 15 de marzo.

La Policía nigeriana, en colaboración con agentes españoles desplazados al país de Nigeria cercana a la ciudad de Owerri, permitió su liberación. Cuatro de sus secuestradores fueron detenidos. Agentes nigerianos buscan a otros dos integrantes de la banda que ya han sido identificados.

Según fuentes policiales consultadas por Público, la odisea de los dos españoles se comenzó a fraguar hace seis meses en una feria internacional.

Allí, uno de los integrantes de la banda nigeriana se hizo pasar por el propietario de una empresa llamada Zan Cosmetics Company y se mostró interesado en adquirir maquinaria para la elaboración de productos cosméticos, principal actividad de la empresa de los dos españoles.

Tras ese primer contacto, los secuestradores mantuvieron la comunicación con sus futuras víctimas, hasta que a comienzos de marzo invitaron a los mismos a que se trasladaron al país africano para cerrar el negocio. Así lo hicieron ambos el pasado 14 de marzo.

Tras volar a Lagos, y pasar una noche en la capital económica nigeriana, los secuestradores invitaron a ambos a desplazarse por carretera hasta la ciudad de Aba, en la región de Abia, supuesta sede de la compañía para visitar las instalaciones de éstas.

Sin embargo, la visita profesional se convirtió en secuestro, y las instalaciones de Zan Comestic en una cabaña en la zona selvática de la localidad de Owerri donde ambos fueron desplazados por la fuerza.

Ese mismo día 15 de marzo los secuestradores se pusieron en contacto con las familias de sus víctimas para exigirles un rescate de 200.000 euros. La entrega, según fuentes policiales, debía hacerse en Nigeria mediante un envío a través de Wester Union.

Las familias de los secuestrados denunciaron los hechos a los Mossos d'Esquadra, quienes se pusieron en contacto con la Sección de Secuestros de la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial, varios de cuyos integrantes se desplazaron a Sabadell a iniciar las gestiones.

Mientras, los secuestradores continuaron por correo electrónico con las familias de Bufi y Boj, a los que permitían enviar SMS para que estos apremiaran el pago.

Finalmente, el pasado día 25 volaron desde Madrid a Nigeria dos inspectores españoles junto el hermano de uno de los secuestrados para continuar las negociaciones con los secuestradores y ayudar a la Policía nigeriana en sus pesquisas. Finalmente, en la noche del 29 al 30 de marzo, la Policía logró la liberación de los dos secuestrados y detuvo a cuatro presuntos integrantes de la banda que los retenía.

Según el primer relato realizado a la Policía por los secuestrados, los catorce días de cautiverio fueron muy duros, en una cabaña enclavada en una zona selvática y casi sin comer. Dos integrantes de la banda los custodiaban permanente, y cuando una de ellas se ausentaba, los dos españoles eran atados para evitar su fuga.

Fuentes policiales consultadas por este periódico alertan sobre el salto cualitativo en la actuación en nuestro país de las mafias nigerianas que ha supuesto el caso. Según estas fuentes, estas bandas se limitaban hasta, ahora a realizar estafas mediante los timos de los billetes tintados y las llamadas cartas nigerianas. 'Parece que están evolucionado hacia el delito violento', resaltan estas fuentes.

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