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El libro de Patrizia D'Addario describe su noche con Berlusconi

Reuters

Por Daniel Flynn

La acompañante en el centro de un escándalo sexual en el que está implicado el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dio detalles gráficos de sus supuestas relaciones sexuales en un libro publicado el martes y dijo que había sido atacada y amenazada desde entonces.

Patrizia D'Addario, en sus memorias tituladas, "Disfrute, primer ministro", describe una fiesta celebrada en la residencia de Berlusconi en Roma, el palazzo Grazioli, y aporta detalles íntimos de una noche que pasó con el mandatario de 73 años en una cama que le regaló su homólogo ruso Vladimir Putin.

D'Addario, de 42 años, cuyas acusaciones sacudieron Italia cuando apareció en junio con grabaciones de audio de un hombre que dijo era Berlusconi, describe cómo el primer ministro se rodeó de decenas de mujeres jóvenes como en un "harén", a quienes acariciaba y besaba.

"Siendo una acompañante, pensé que había visto muchas cosas, pero no esto: 20 chicas para un solo hombre", escribe en el libro, que debe llegar esta semana a las librerías italianas. "Aquí el resto de hombres no tenían nada que decir. Había solo un hombre con derecho a copular: el primer ministro".

La oficina del primer ministro dijo que no tenía comentarios sobre la publicación del libro.

D'Addario, que afirmó que esperaba que Berlusconi "cambiara su vida" al respaldar sus planes de desarrollar un complejo hotelero, dijo que mostró a sus huéspedes dos horas de vídeos de sí mismo. En un punto en un vídeo de campaña, comienzan a cantar el himno electoral: "Gracias a Dios por Silvio".

En otra tarde de noviembre, Berlusconi envió pronto a casa a los otros huéspedes y enseñó el palacio a D'Addario finalizando en su dormitorio, indicó ella. Tras ducharse, Berlusconi entró con un pijama de seda blanco y una bata y mantuvieron relaciones, agregó

PROYECTO INMOBILIARIO

El empresario de Bari Giampaolo Tarantini, que está siendo investigado por actividades como suministrar prostitutas a políticos locales, pagó a D'Addario para que asistiera a la fiesta.

Los diarios italianos han citado a Tarantini reconociendo que ayudó a llevar invitadas a las cenas y fiestas en casa de Berlusconi pero que el primer ministro desconocía que fueran prostitutas.

D'Addario dijo que Tarantini le prometió que el primer ministro le ayudaría con su proyecto inmobiliario, pero que dicha ayuda no se materializó.

Berlusconi ha declarado públicamente que no era consciente de que D'Addario fuera una prostituta, pero nunca ha negado explícitamente que pasaran la noche juntos, admitiendo que "no es ningún santo".

El escándalo estalló en junio, poco después de que se conociera la relación del magnate con una aspirante a modelo de 18 años, Noemi Letizia, lo que llevó a su segunda esposa, Veronica Lario, a pedir el divorcio. Lario dijo que él "frecuentaba menores" y que estaba "enfermo".

Berlusconi negó tener un 'affair' con Letizia y afirmó que sólo son amigos.

D'Addario dijo que se vio presionada a sacar sus cintas y acusaciones a la luz pública tras una serie de amenazas y ataques. Afirma que su casa fue robada por unos ladrones que se llevaron su ropa, libreta de teléfonos y direcciones y su ordenador, pero dejaron el caro equipo de televisión.

La acompañante aseguró que en tres ocasiones unos hombres que afirmaban ser policías entraron a la fuerza en su apartamento, golpeándola y en una ocasión trataron de violarla. Un extraño golpeó a su madre en la cara, diciendo: "Esto enseñará a la puta de tu hija".

D'Addario grabó algunas llamadas de teléfono anónimas donde la llamaban "puta y una zorra", y uno llamó amenazando con secuestrar a su hija. También afirma que un coche trató de sacarla de la carretera. D'Addario dijo que había denunciado los incidentes ante la policía.

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