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El liderazgo de Obama ante el vertido afronta una semana clave

Reuters

El liderazgo de Barack Obama ante el vertido de crudo en el Golfo de México afronta pruebas claves esta semana, en la que el presidente de Estados Unidos ofrecerá su primer mensaje a la nación sobre el desastre y se reunirá por primera vez con ejecutivos de BP.

A punto de que se cumplan dos meses del inicio del mayor desastre medioambiental de la historia de Estados Unidos, Obama presionará a los ejecutivos de BP para que pongan en marcha un fondo de garantía para pagar indemnizaciones a la personas y empresas perjudicadas por el desastre provocado por el derrame de petróleo.

La crisis entró el lunes en su día número 56, en una jornada en la que Obama realizará su cuarto viaje a la región del Golfo y visitará Alabama, Misisipi y Florida por primera vez desde que el pozo comenzó a verter petróleo descontroladamente a las aguas del Golfo de México.

El mandatario pernoctará en la región y volverá el martes a Washington, para dar un discurso a la nación a las 20:00 hora local (00:00 hora GMT).

Tras recibir el lunes por la mañana un informe del almirante de la Guardia Costera Thad Allen, el responsable designado por el presidente para supervisar las tareas de limpieza, Obama participará en una mesa redonda y se reunirá con vecinos de Gulfport, Misisipi.

Obama luego visitará Theodore, en Alabama, donde revisará el avance de las operaciones de limpieza y hará declaraciones antes de viajar en transbordador desde Dauphin Island a Fort Morgan. Pasará la noche en Pensacola, Florida, una zona que alberga algunas de las playas más famosas del país.

Millones de litros de crudo se han vertido al Golfo de México desde que el 20 de abril se produjo una explosión en una plataforma en la que murieron 11 trabajadores y en la que un pozo resultó averiado.

Obama también propondrá que una comisión independiente administre los pagos y garantice el desembolso de dinero en tiempo y forma cuando se reúna el miércoles en la Casa Blanca con el presidente del consejo de administración de BP, Carl-Henric Svanberg, y otros responsables de la petrolera.

Los senadores demócratas escribieron a BP instando a la firma a que realice un depósito inicial de 20.000 millones de dólares en una cuenta manejada independientemente, como señal de buena fe para asegurar que no intentará eludir su responsabilidad.

Las acciones de la compañía se negociaban con un descenso del 3 por ciento, en una sesión en la que el sector energético cotizaba plano. La compañía ha perdido más de un 40 por ciento de su valor de mercado desde que comenzó la crisis.

que algunos políticos estadounidenses han pedido a la compañía que suspenda -, es improbable que se tome una decisión esta semana, dijo una portavoz de la firma.

Una fuente cercana a BP dijo el domingo que es poco probable que la empresa decida cancelar el dividendo, valorado actualmente en unos 10.500 millones de dólares anuales.

La fuente dijo a Reuters que entre las opciones consideradas están aplazar el dividendo, pagarlo en acciones o enviarlo a una cuenta hasta que las responsabilidades económicas por el vertido de crudo en el Golfo de México estén más claras.

El dividendo es un tema importante en Reino Unido, porque el pago de BP representa el 12 por ciento de todos los dividendos que pagan las compañías británicas.

OBAMA, A LA DEFENSIVA

La Casa Blanca ha aplazado los planes para permitir nuevas perforaciones mar adentro como resultado del vertido. La crisis ha puesto a Obama a la defensiva y ha distraído a su equipo de la agenda nacional, que incluye una nueva política energética, una reforma de Wall Street y apuntalar la débil economía local.

Los habitantes de la costa estadounidense del Golfo de México están decepcionados con BP por el vertido, pero también con la moratoria de perforación fijada por Obama debido a que muchas familias locales tienen miembros que trabajan en la industria petrolera y otros en la pesca.

El desastre sigue sin controlarse mientras se avecinan las legislativas de noviembre, en la que los demócratas afrontan la posibilidad de perder las mayorías que ostentan en la Cámara de Representantes y en el Senado.

El malestar de la opinión pública crece a medida que la crisis se alarga y las noticias muestran imágenes de playas contaminadas, aves embadurnadas de petróleo y pescadores ansiosos por su precaria situación.

BP colocó una tapa de contención sobre su pozo dañado este mes, pero el petróleo sigue fluyendo al océano, contaminando playas y hábitats de vida salvaje, causando la muerte a animales y poniendo el riesgo al turismo y la pesca.

Se estima que el volumen de la fuga parcialmente contenida llega a los 40.000 barriles (6,36 millones de litros) de crudo al día.

BP estima que la operación de limpieza en el golfo costará entre 3.000 y 6.000 millones de dólares. Muchos analistas creen que el costo será mayor.

La petrolera dijo el lunes que el derrame de crudo ocurrido en el Golfo de México ya le ha costado 1.600 millones de dólares,

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