La Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha decidido no convocar una huelga por el acuerdo gubernamental para subir los impuestos a las rentas extranjeras más altas y en cambio ha optado por crear una comisión que negocie con el Gobierno.

En una reunión extraordinaria de su asamblea, a la que acudieron representantes de los 42 clubes de Primera y Segunda División, la Liga se mostró "unida y firme respecto a la pretensión de modificación del régimen fiscal que afecta a los impatriados por cuanto ésta menoscaba la capacidad competitiva del fútbol español respecto a otras grandes ligas".

"Sin embargo, y en aras a la colaboración y el entendimiento, la Asamblea ha determinado no adoptar ninguna medida de presión y crear una comisión de negociación que entable un diálogo urgente y eficaz con los poderes públicos pertinentes", dijo en un comunicado.

La comisión de negociación está compuesta por los presidentes del Real Madrid, Florentino Pérez, y del Sevilla, José María del Nido, de Primera, y los del Numancia y Gimnàstic de Tarragona, de Segunda.

Además se convoca una nueva asamblea para el 19 de noviembre, en la que tratarán "los avances y acuerdos alcanzados con los representantes del Gobierno y del Parlamento".

La medida, que tiene pendiente su aprobación definitiva en el Congreso y entraría en vigor el 1 de enero de 2010 sin carácter retroactivo, supondría que los trabajadores extranjeros no residentes con ingresos superiores a 600.000 euros al año pasaran a tributar del 24 al 43 por ciento.

La ley que recibe el nombre del ex jugador del Real Madrid y fue aprobada en 2002 para hacer de España un lugar atractivo para trabajadores de alta cualificación, ha dividido al fútbol español.

Mientras varios clubes, entrenadores y jugadores y sobre todo la LFP la critican por decir que las grandes estrellas preferirán no jugar en España o los clubes no podrán permitirse pagarlos, otros dicen que todos deberían ser tratados con igualdad.

CONTRATOS EN BRUTO, NO EN NETO

Ángel Barajas, profesor de la Universidad de Vigo y experto en las finanzas del fútbol, dijo que el cambio fiscal es una oportunidad para que los clubes cambien el modo en el que negocian los contratos con los jugadores.

Si los clubes siguen cerrando contratos basados en salarios netos, los costes subirán notablemente con la modificación legal, por lo que deberían negociar en bruto, indicó a Reuters.

"De otra forma, la situación financiera de los clubes no hará más que agravarse", afirmó.

No obstante, este tipo de medida afectará más a los grandes clubes con contratos por importe más elevado.

El director general del Real Madrid, Jorge Valdano, declaró el viernes que el cambio perjudicará a los clubes, no a los jugadores.

"Está claro que esto provoca un debilitamiento de nuestra Liga frente a la 'Premier', y no podemos resignarnos a ser segundones", afirmó el argentino.

"No se puede tomar una medida de estas características sin consultar a nadie del mundo del fútbol, a nadie. Es una medida política entendible, pero me parece muy precipitada", agregó.

La medida, al no tener efectos retroactivos, no afectará a las actuales estrellas del fútbol español, como la pareja del Real Madrid Ronaldo y Kaká, o los barcelonistas Zlatan Ibrahimovic y Lionel Messi, que seguirán tributando al 24 por ciento.