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Llega el "doga", la práctica del yoga con tu perro

Reuters

Por Dorene Internicola

Cuando el yoga llega a los perros,se llama "doga".

Y aunque el yoga puede que no sea lo mismo que correr porla playa, los expertos dicen que practicarlo con tu perro puedeayudar a tonificar tanto a las mascotas como a los dueños.

"Yo lo considero una pareja de yoga", dijo Suzi Teitelman,una instructora de Florida que enseña "doga" (combinación dedog y yoga) a hombres, mujeres y animales desde 2002. "Es mipasión de siempre", afirmó.

Teitelman se encontró con el "doga" porque a su perro legustaba tumbarse debajo de ella mientras practicaba.

"Cuando tú te sientes bien, ellos se sienten bien", dijo."Quieren estar alrededor de tu bienestar", indicó.

Después siguieron clases, DVD y un manual de entrenamiento.Teitelman dijo que ha entrenado a más de 100 personas en el"doga", algunos de lugares tan lejanos como China y Japón.

Disco yoga, yoga para niños, yoga en la playa o spin yogason sólo algunos de los híbridos de moda para saludar al sol enlos gimnasios hoy en día, todos derivados de la prácticamilenaria que coordina movimiento y respiración.

Pero Teitelman insiste en que ella enseña yoga tradicional,incluso aunque algunos de los alumnos sean perros.

"Cantamos juntos para sentir las vibraciones, despuéscomenzamos a movernos", dijo.

Después siguen las posturas tradicionales como las de losguerreros o los triángulos, posiblemente mejoradas por un perropequeño equilibrándose sobre la barriga o la cintura.

"La persona lleva al perro a estirarse más, y el perrolleva a la persona", sostuvo. "Si tienes un perro en tu brazo oen una postura de pie ayuda a equilibrar y fortalecer", dijo.

Teitelman cree que la recompensa del yoga llega tanto ahumanos como a animales.

"Estás moviendo su cuerpo. Se les toca, obtienen amor",explicó.

La doctora Robin Brennen, una veterinaria de Nueva York,era escéptica sobre las populares clases de "doga". Despuésacudió a una.

"Presencié cómo la conducta de los animales cambiabadurante la clase", indicó. "Vienen ladrando, siete, ocho, nueveperros en una sala, pero al final de la sesión, estándurmiendo. Están en savasana (la postura final de descanso",agregó.

Brennen señaló que al contrario que correr, el "doga" no esfísicamente extenuante para el perro.

No obstante, tiene dudas sobre la parte espiritual.

"Es difícil pensar que una práctica de concentración comoel yoga sea de concentración para un animal, porque es difícilsaber qué les centra", señaló.

Teitelman cree que el "doga" puede llegar a otros animalesdomésticos.

"Definitivamente funciona con gatos", afirmó.

Pero Brennen tiene sus dudas.

"¿Gatos? Obviamente tendrías que cambiar el formato. Ellosquieren tener los pies en el suelo. Y además está el factorarañazos", apuntó.

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