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Llorente cree que el nuevo Mestalla es necesario, aunque tenía que haber sido más austero y realista

EFE

El presidente del Valencia, Manuel Llorente, considera que la construcción de un nuevo estadio para el club es "una necesidad", aunque estima que el planteamiento que se hizo para proyectar su construcción no fue el más acertado, ya que tenía que haber sido más austero y realista.

Las obras del actual campo de Mestalla se iniciaron en agosto de 2007, pero permanecen paradas por falta de liquidez para afrontarlas desde febrero de 2009.

"La construcción de un nuevo estadio era necesaria. Había que dar una solución a un Mestalla obsoleto de 50.000 localidades asentado sobre un terreno de 33.000 metros, en el que es imposible acoger algunos grandes partidos", aseguró Llorente en declaraciones a Efe.

Sin embargo, el presidente del Valencia opina que, sin renunciar a las necesidades y posibilidades de la ciudad, se tenía que haber hecho un campo "igual de espectacular, pero un poco más económico".

Llorente puso como ejemplo los estadios que clubes como el Atlético de Madrid y el Athletic Club tienen previsto construir con un coste que no llega a los doscientos millones de euros frente a los 350 millones que, en principio, se fijaron para la construcción del nuevo campo del Valencia.

Para Llorente, en el plan de construcción del nuevo estadio falló el diseño de ejecución y su financiación, en la que considera que se cometió "un gran error", al no pensar en que un estadio de aquellas características era "demasiado para el club".

También recordó que en otra época, antes de que Juan Soler fuera presidente, se creó una sociedad mixta en la que participaban el Valencia, la Generalitat y el ayuntamiento de la ciudad, aunque finalmente aquella iniciativa no se llevó a cabo.

"A Soler no le pareció bien esa solución y planteó otra estructura con el Valencia como promotor, constructor y propietario, que presentó ante las instituciones. A éstas les pareció bien y facilitaron la idea con la recalificación de Mestalla", indicó.

Así, Llorente recuerda la implicación "total" que hubo por parte de la instituciones, que dieron facilidades a todo lo que el club le requirió.

"El ayuntamiento y la Generalitat estuvieron de acuerdo y admitieron los planteamientos del Valencia. Si vas y les dices -a las instituciones- que hago un estadio y me lo pago yo solo, lo aceptan. Ellos hicieron lo que debían, con la recalificación y dieron facilidades para encontrar la nueva ubicación", explicó.

Llorente aventura que en el presente año tendrán alguna vía para retomar las obras, ya que hasta ahora el objetivo prioritario de sanear las cuentas del club no casaba con la posibilidad de volver a retomar la actividad en la estructura ya levantada del nuevo estadio.

"La cuenta de resultados no aguanta un gasto como el que supone el estadio. Por eso, cuando tengamos financiación, lo haremos", explicó el presidente del Valencia.

En ese sentido, Llorente recordó que el club lleva 150 millones de euros invertidos en la construcción del estadio, una cantidad que entra en la deuda que tiene el club y por la que hay que pagar intereses.

Como aspecto positivo, destacó que el Valencia tiene un crédito cuya garantía es la edificabilidad de las parcelas del viejo Mestalla, una situación que cuando se haga efectiva provocará que baje bastante el riesgo del club y se pueda buscar una financiación a largo plazo.

Llorente no cree que el posible éxito de la candidatura de España y Portugal para albergar el Mundial de 2018 pueda provocar que las obras se retomen antes de los previsto.

"Es más, espero que el campo sea una realidad mucho antes de 2018 y estoy convencido de que será el proyecto del nuevo estadio el que contribuirá a apoyar la candidatura y no al revés.

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