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Londres impondrá más transparencia a los bancos

Las entidades informarán de cuántos directivos ganan más de un millón de libras al año

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

El Gobierno británico prometió ayer que esta vez va en serio a la hora de exigir más transparencia y profesionalidad al poderoso sistema financiero. Las recomendaciones aparecidas en el informe elaborado por David Walker (que fue director del Banco de Inglaterra y presidente de Morgan Stanley) se pondrán en marcha de inmediato con cambios legislativos en los casos necesarios.

Los bancos estarán obligados a revelar cuántos de sus directivos ganan más de un millón de libras al año, pero no tendrán que hacer públicos sus nombres. Bastará con que den el número de los incluidos en cada franja: de 1 a 2,5 millones, de 2,5 a 5, y a partir de esa cifra. 'Si me pregunta cuántos serán, centenares, seguro. Posiblemente, miles', dijo ayer Walker.

El informe también hace recomendaciones sobre el periodo de pago de los bonus. La mitad debería abonarse a largo plazo: un 50% a los tres años, y el resto a los cinco.

Ayer se dijo que se trata de la normativa más restrictiva sobre los bonus en todo el mundo. Esto es así porque hasta ahora los bancos han tenido barra libre para establecer su política de remuneraciones, a pesar de sus desastrosos resultados en el sistema financiero. Es de suponer que otros países seguirán ahora el camino trazado por Londres. Al menos, en eso confía elGobierno de Gordon Brown.

Walker se extiende más en un asunto que no ha despertado tantos titulares como el tema de los bonus, pero que también tiene mucha influencia en la forma en que se gestionan los bancos. El informe cree que los consejos de administración deben ejercer un control real sobre los todopoderosos consejeros delegados y no limitarse a suscribir sus decisiones.

Walker pretende que el chairman (presidente no ejecutivo) imponga su autoridad sobre el consejero delegado cuando sea imprescindible, y que los miembros del consejo también adopten un papel más activo. Los consejos de los bancos británicos están llenos de personalidades de prestigio cuya presencia es casi testimonial.

La mayoría de las reacciones al informe en la City fueron positivas. Lo que más temían es que Walker les forzara a hacer público lo que gana cada uno. Otra ventaja es que los cambios más drásticos no se pondrán en vigor hasta 2011. Las remuneraciones de este año están a salvo y todos esperan una explosión de bonus en efectivo para recompensar los beneficios de este ejercicio.

Conjurada esa amenaza, todos respiraron aliviados. Sólo temen quedarse solos. De momento, las nuevas normas se aplicarán a las sucursales británicas de los grandes bancos de inversión norteamericanos.

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