El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, afirmó hoy que no presionará al Parlamento para que reconozca la independencia de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.

"No voy a dar ninguna indicación. La decisión sobre el reconocimiento de la independencia abjasa y suroseta la tomará el Parlamento bielorruso", apuntó Lukashenko a su regreso a Minsk procedente de Serbia, según informaron las agencias rusas.

Lukashenko señaló que, según la Constitución, la decisión final es prerrogativa del presidente, pero añadió que quiere "escuchar la voz del pueblo".

"Ese asunto se encuentra ahora en el Parlamento. Éste lo discutirá y presentará una propuesta al presidente para que tome una decisión", añadió.

Por otra parte, desvinculó este asunto de las relaciones con Rusia, que reconoció la independencia de esas dos regiones separatistas georgianas en septiembre de 2008 tras derrotar a Georgia en la breve guerra por el control de Osetia del Sur.

"Rusia no nos ha presionado ni nos presionará. Esto es un asunto interno", dijo.

El Parlamento bielorruso ha convocado para el próximo 2 de abril una sesión para debatir la petición de los separatistas georgianos de que Minsk reconozca su independencia.

El ministro de Exteriores de la República Checa, Karel Schwarzenberg, advirtió la pasada semana a Bielorrusia de que su reconocimiento de la secesión abjasa y suroseta echaría por tierra el actual acercamiento entre Minsk y Bruselas.

Seguidamente, las autoridades separatistas de Osetia del Sur acusaron a Bruselas de presionar a Bielorrusia para que no reconozca su independencia.

"Las presiones políticas sobre Bielorrusia son, según Osetia del Sur, un abierto chantaje político", señala la Cancillería suroseta.

Osetia del Sur considera que la actitud de Bruselas "pone en duda la viabilidad de las consultas de Ginebra que se celebran bajo la égida de la UE y la conveniencia de la participación de los Veintisiete en el arreglo" del conflicto.

Abjasia también criticó a la presidencia checa de la UE por vincular el posible reconocimiento de la independencia abjasa y suroseta por parte de Bielorrusia con su participación en la Asociación del Este, un programa de acercamiento comunitario a los países de la región.