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Para maestra de yoga de 92 años sólo existe la danza

Reuters

Por Dorene Internicola

La maestra de yoga Tao Porchon-Lynch,de 92 años, continúa repitiendo su lema de vida, "no hay nada queno se pueda hacer", antes de dar un taller en Nueva York.

Para ilustrar el ejemplo, logra mantener el equilibrioapoyada en sus brazos, desafiando la ley de gravedad parailustrar el ejemplo.

"No he podido hacer el pavo real desde que me quebré lamuñeca en abril, pero lo hice en esa habitación", dijoPorchon-Lynch sobre la pose que demostró recientemente en elestudio Strala Yoga.

"En el yoga, cada respiro me pone en el camino correcto",agregó. Porchon-Lynch ha practicado yoga, la disciplina ancestralque conecta la respiración con el movimiento, por más de 70años.

A lo largo de su carrera, ha caminado con Mahatma Gandhi, fuemodelo de alta costura en París, pisó las tablas en Londres, yactuó bajo contrato para MGM en Hollywood.

Fue la respiración del yoga, dice ella, la que mantuvo elmiedo a raya cuando trabajó para la resistencia en la SegundaGuerra Mundial en Francia.

"No me di cuenta de lo que estaba haciendo", dijo acerca desus muchas aventuras. "Es sólo el camino natural de la vida.Puedes viajar por él o quedarte atascado en el lodo", afirmó lamaestra.

Nacido en Pondicherry, India, Porchon-Lynch estudió con lasleyendas del yoga, B.K.S Iyengan e Indra Devi. A los 50 años tuvosu primer trabajo rentado con el yoga en Estados Unidos.

Cuando no está enseñando, la mujer persigue su otra pasión,las competencias de baile de salón.

"Bailar es una continuación del yoga, como la música", señalóPorchon-Lynch. "La música, el baile y el yoga vienen dentro deti", agregó.

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