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Maneras de explotar un piano

El músico Jamie Cullum hace de la mezcla su mejor virtud para ganarse al público madrileño con su último trabajo

YERAY CALVO

Jamie Cullum es Gene Kelly y Rihanna. Frank Sinatra y Justin Timberlake. Es silencio y estruendo. Jazz, pop y una verdad como un puño. Es todo lo que se propone y mucho más. En sus directos no hay otro límite que el de su imaginación.

Este bajito pero talentoso músico inglés (Essex,1979) es bastante difícil de clasificar. Asegura en las entrevistas que muchos críticos de Jazz querrían matarle. Y quizás razones no les falten si para ellos la pureza del género es algo tan intocable como lo es la chica de tu mejor amigo. Cullum tiene esa capacidad única para sorprender y situarse en la mezcla. Donde realmente se siente a gusto.

Puntualmente, con una hora de retraso, pisa por fin el escenario del improvisado escenario de la sala Kapital de Madrid.  Este chaval tiene la capacidad de convertirse en el centro de atención absoluto desde el segundo uno hasta el último. Tiene la capacidad de eclipsar todo lo demás. A sus magníficos músicos, por ejemplo. Y a veces, incluso, entre tanto desparpajo y espectáculo, incluso a sus propias composiciones.

Suena I'm all over it all, uno de los temas que se incluyen en su último trabajo The Pursuit  Una de las canciones más redondas. Marca de la casa y con un estribillo pegadizo. Todo un hit. Le sigue la versión jazz del tema de Rihanna Don't stop de music, una canción que cualquiera pudo pensar que un día se concibió para que Jamie le prestara su voz.

Cullum es honesto porque se entrega al 200% en cada actuación. La banda suena compacta. Como un tiro. Y te enseña con su versatilidad, la flexibilidad que tiene un piano. Porque nadie como él sabe explotar un piano. Sacarle todo su jugo. Tras darle manga ancha al pop, llega Just one of those things y nos transporta a un club de jazz neoyorkino de los años 40.

Hubo hueco para las bromas (vino acompañado de la hormiga más famosa de España, con el permiso de Barrancas: Trancas. Y de una zambomba. Un día antes Andreu Buenafuente le había enseñado como hacer buen uso de ella). El ritmo crecía con Wheels, otro de los temas de su último trabajo y Mixtape, una canción dedicada, como dijo, a aquellos románticos que otrora utilizaron la clásica cinta para grabarle canciones de amor a su chica.

Pero es entonces, cuando ya te has confiado. Cuando crees que la fiesta no ha hecho más que comenzar. Es entonces cuando acaba contigo. Suena Gran Torino. La obra maestra que compuso para Clint Eastwood.  Y entonces todo lo demás se hace pequeño y pierde sentido.

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