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Mano dura contra el 'narco'

Los favoritos en las elecciones de Guatemala se centran en la lucha contra la violencia que genera la droga

ISABEL ALONSO MATÍAS

Los candidatos electorales que encabezan las listas en Guatemala se han centrado en propuestas para luchar contra la violencia, dejándose en el tintero asuntos tan importantes como la creación de empleo, la lucha contra el hambre o los derechos de los indígenas, que constituyen más del 60% de la población. Las elecciones presidenciales, que se celebrarán mañana, han sido eclipsadas por el mayor problema al que se enfrenta el país: el narcotráfico y la violencia vinculada a este.

Guatemala es ya el primer narcoestado de Latinoamérica y cada día mueren en él una media de 16 personas por asesinato. De ahí que el discurso de los principales candidatos se haya centrado en la lucha contra el crimen, como evidencian las propuestas del exmilitar Otto Pérez Molina, del liberal Partido Patriota. En el caso de ganar, promete recurrir a políticas muy similares a las que se han llevado a cabo en México. Es decir, 'no al diálogo y enfrentamiento directo, que ha ensangrentado el país', comenta el periodista guatemalteco Miguel Moraga.

Guatemala es el primer narcoestado de América, con una media de 16 asesinatos al día

Pérez Molina, el cabeza de cartel mejor posicionado en las encuestas, cuenta con un respaldo de casi el 49% de los votantes, aunque hace un mes su ventaja era mucho mayor. Esto indica que, si no hay muchos cambios, podría ser nombrado presidente sin necesidad de una segunda vuelta electoral, ya que, en Guatemala, para gobernar, es necesario el 50% más uno de los votos.

Moraga no tiene tan claro que Pérez Molina pueda triunfar ya en la primera vuelta y afirma que, si se celebrase una segunda ronda, 'no lo va a tener tan fácil'. Aunque la diferencia entre el exmilitar y el siguiente en liza, Manuel Baldizón, es ahora de más de 22 puntos, los problemas se le podrían presentar a Pérez Molina en una hipotética segunda vuelta, prevista para el 6 de noviembre.

'La primera herramienta que yo tengo es la biblia, que considero primordial, porque sin dios no se lograría nada. Y como segundo fundamento, la Constitución, para que todo se realice conforme a la Ley', explica Baldizón, líder del partido Libertad Democrática Renovada, que se convirtió en el candidato populista por excelencia después de que Sandra Torres, exmujer del actual presidente, Álvaro Colom, no pudiera presentarse a los comicios.

Los partidos políticos son financiados por inversores privados en lugar de por el Estado

El matrimonio Colom se divorció con la supuesta intención de que Torresaspirara a la presidencia con el partido gobernante, Unidad Nacional de la Esperanza, ya que la legislación del país no permite aspirar a ese cargo a ningún miembro de la familia del presidente. Finalmente, la Justicia dictaminó que esa candidatura infringía la ley.

'Torres jugó muy mal todas sus cartas y, llegado a este punto, no tiene demasiadas posibilidades de proyección en el futuro', asegura el presidente de Acción Ciudadana, Manfredo Marroquín, quien conoce bien los entresijos de la política guatemalteca. 'Los partidos tienen un promedio de vida de unos 22 años', apunta Marroquín. 'Además, nunca un partido en el poder ha sido reelegido y, tras eso, en menos de dos años suelen desaparecer'.

Tras Pérez Molina y Baldizón, el tercer favorito es Eduardo Suger, de Compromiso, Renovación y Orden. Este candidato, también de tendencia liberal y de derecha, cuenta con el 11% de los apoyos.

Estas elecciones se caracterizan por la poca relevancia de la izquierda, el Frente Amplio encabezado por la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú. Las encuestas le dan apenas el 2% de intención de voto, ya que el énfasis de la campaña electoral en la lucha contra la inseguridad perjudica a la izquierda. Además, según explica Moraga, el sistema electoral 'está ideado para que gobierne quien más invierte'. Los partidos políticos, en lugar de contar con financiación del Estado, son apoyados por inversores privados. 'Si tú preguntas a Otto quién ha dado dinero para su campaña, te dirá que es un asunto privado', asegura el periodista.

Las fuerzas de izquierda apenas cuentan en estas elecciones, aunque eso ya no es novedad

Sin embargo, que la izquierda no cuente con demasiados apoyos no es algo nuevo. 'Nunca ha tenido un porcentaje electoral importante y padece problemas internos. Muchos partidos surgen de las antiguas guerrillas y su discurso es obsoleto, centrado en el conflicto interno', explica Marroquín. Aunque la cuestión, según Moraga, no es tanto lo que proponen sino el nivel de publicidad del que disponen los partidos mejor financiados. 'Los grandes convencen a los ciudadanos de los problemas que deben tener y luego les regalan cosas como electrodomésticos', alerta el periodista. Sin ir más lejos, el Partido Patriota ha excedido el gasto de su campaña en cinco veces el permitido.

Otro de los puntos más controvertidos de estas elecciones es el vinculado al dispendio en campaña. Los partidos se enfrentan a ridículas multas de 125 dólares por sobrepasar el gasto establecido por la ley. Esto, junto a la financiación privada, indica una carencia de control fiscal en Guatemala que lleva a pensar a muchos que las elecciones son el momento perfecto para lavar el dinero del tráfico de drogas.

Más de siete millones de guatemaltecos están llamados a las urnas. todo indica que la abstención endémica podría volver a superar el 50%.

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