Las tareas de rescate de las 130 personas desaparecidas tras la rotura de una presa en Yakarta prosiguieron hoy, cuatro días después de la tragedia, mientras el Gobierno asume que la cifra de fallecidos será mayor que los 99 actuales.

Decenas de voluntarios, soldados policías y personal médico trabajan en rastrear la zona asolada por la tragedia con la ayuda de perros adiestrados y maquinaria pesada.

La búsqueda se ve gravemente dificultada por las toneladas de lodo y escombro que arrastró consigo la riada, que se estima que originó una ola de tres metros de alto y afectó a cerca de 5.000 personas.

Más de cien personas han sido atendidas con heridas de diversa consideración en dos centros hospitalarios de la zona y unas 1.600 permanecen realojadas temporalmente en un campamento de emergencia instalado en el campus de una universidad próxima.

El agua anegó más de 400 viviendas, dañó o derrumbó la mitad de ellas, además de afectar a un colegio, varias empresas y cinco subestaciones eléctricas.

Aunque el Gobierno ha aceptado inicialmente la hipótesis de que se trató de un "desastre natural", el responsable de la agencia de supervisión de la presa, Pitoyo Subandrio, ha presentado su dimisión.

Algunos medios locales se han hecho eco en los últimos días de la supuesta falta de mantenimiento del dique y han barajado la posibilidad de una negligencia humana, aunque la Policía Nacional Indonesia no ha encontrado por el momento indicios en este sentido.

La compuerta de la presa de Situ Ginung, situada en Ciputat, en el área metropolitana de Tangerang, una ciudad industrial del extrarradio de la capital de Indonesia, reventó en la madrugada del viernes después de que hubieran caído abundantes precipitaciones en la región.

El dique, de diez metros de altura y construido bajo la dominación holandesa en 1933, contenía cerca de 2 millones de metros cúbicos de agua del río Pesanggrahan.

Hace dos años, más de 40 personas murieron en Yakarta después de que se desbordasen dos ríos tras varios días de intensas lluvias.

Decenas de personas fallecen cada año en Indonesia en inundaciones, riadas y desprendimientos de tierra que se producen durante la temporada lluviosa, que comienza en noviembre y se prolonga hasta marzo.