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Margallo sigue decidido a hacer la vida imposible a quienes viven o trabajan en Gibraltar

España se excusa en la lucha contra el contrabando de tabaco para no relajar los controles en la verja del Peñón. Londres y Madrid buscan impulsar un acuerdo de cooperación sin entrar en la cuestión de fondo de la soberanía.

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, y su homólogo británico, Philip Hammond, durante el encuentro que han mantenido hoy en el Palacio de Viana. EFE

EUROPA PRESS

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha confirmado este jueves que España no va a relajar los controles en la Verja de Gibraltar. Estos registros a menudo ocasionan largas colas para entrar y salir del Peñón. El ministro argumenta que deben continuar porque sigue habiendo contrabando de tabaco y es obligación de España luchar contra la entrada de tráficos ilícitos en el espacio europeo sin fronteras Schengen.

García-Margallo ha recibido este jueves en Madrid la visita de su colega británico, Philip Hammond, con el que ha abordado el contencioso de Gibraltar, entre otros asuntos, y con quien ha comparecido en rueda de prensa conjunta.

Los dos ministros han señalado que siguen buscando una fórmula para poner en marcha un nuevo formato de diálogo sobre asuntos de cooperación regional -sin entrar en la cuestión de fondo de la soberanía- en el que puedan participar España, Reino Unido, Gibraltar, la Junta de Andalucía y representantes de la Mancomunidad del Campo de Gibraltar.

García-Margallo ha señalado a Gibraltar como el responsable de obstaculizar la puesta en marcha de un nuevo formato de diálogo

García-Margallo ha señalado al Gobierno de Gibraltar como el responsable de obstaculizar la puesta en marcha de este nuevo formato de diálogo -que se conoce como reuniones ad hoc- debido a la proximidad de las elecciones en el Peñón.

Fue el Gobierno británico el que propuso en 2012 esta fórmula de los encuentros ad hoc, aunque su idea inicial era que se celebraran manteniendo el esquema tripartito (Madrid, Londres y Gibraltar) que se desarrolló en tiempos del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se lanzó el Foro de Diálogo sobre Gibraltar que el actual Gobierno del PP ha enterrado definitivamente.

España aceptó la propuesta con una única condición: que nunca se celebraran a tres bandas. Es decir, que si, en función de los temas a tratar, es necesaria la presencia de Gibraltar, entonces también tendrán que estar presentes las autoridades de la Junta de Andalucía y de la Mancomunidad de Gibraltar. Y es que el actual Gobierno se opone firmemente a un esquema tripartito que dé a Gibraltar un estatus similar al de dos Estados soberanos como son España y Reino Unido. 

Gibraltar considera inaceptable la posibilidad de reuniones a dos bandas entre España e Inglaterra sobre las cuestiones que afectan a su pueblo y su Gobierno.

Hammond ha reafirmado este jueves el "firme compromiso" del Gobierno británico con el foro trilateral, si bien ha anunciado que su colega español le ha hecho llegar una nueva propuesta para avanzar en las reuniones ad hoc que Londres "consultará" con el Gobierno de Gibraltar. El jefe del Foreign Office ha confiado en que estos encuentros ad hoc puedan arrancar "en un futuro próximo".

Lo cierto es que tanto España como Reino Unido llevan meses expresando su confianza en iniciar "pronto" estos contactos, pero la realidad es que no se acaban de concretar.

García-Margallo propone celebrar el primer encuentro sobre Gibraltar en Bruselas e invitar a la Comisión Europea

García-Margallo también se ha mostrado "convencido" de la posibilidad de llegar "pronto" a un acuerdo sobre la primera de estas reuniones, a las que se invitaría a participar a la Comisión Europea y que se celebrarían en Bruselas. La idea es que en estos encuentros se aborden todas aquellas cuestiones del contencioso que tienen una dimensión europea, como es el caso de la protección medioambiental de las aguas en disputa o las colas en la Verja, por citar algunos.

De hecho, el ministro español cree que la puesta en marcha de estos encuentros ad hoc facilitarían encontrar una solución a los problemas que los controles españoles para luchar contra el contrabando de tabaco generan en la fluidez del tránsito de pasajeros y coches por la Verja.

Londres se queja de las incursiones marítimas

Hammond ha informado de que había trasladado a su colega la "preocupación" de los Gobiernos británico y gibraltareño por cuestiones como las colas en la Verja, las "incursiones" de barcos del Estado español en las aguas que rodean el Peñón y que Londres considera de su soberanía -pero que España no le reconoce- así como por la oposición de España a que se aplique en Gibraltar el proyecto sobre el Cielo Único Europeo.

Los Gobiernos de la UE aprobaron recientemente -con la única oposición de Londres- excluir al aeropuerto de Gibraltar de la aplicación de este reglamento que busca aumentar la eficiencia en la gestión del espacio aéreo y reducir así los retrasos en los vuelos, hasta que España y Reino Unido resuelvan su diferendo.

El aeropuerto de Gibraltar está construido en el istmo que une el Peñón con la Península

El problema estriba en que el aeropuerto de Gibraltar está construido en el istmo que une el Peñón con la Península y que se encuentra ocupado ilegalmente por los ingleses desde el siglo XIX, puesto que el istmo no se encuentra dentro del territorio que España cedió a la Corona británica en virtud del Tratado de Utrecht de 1713.

Por su parte, el ministro García-Margallo ha instado a Londres a retomar las conversaciones bilaterales en torno a la soberanía del Peñón, tal y como pide de manera reiterada Naciones Unidas. Estas conversaciones están interrumpidas desde el año 2002, porque Reino Unido se ha comprometido con Gibraltar a no iniciar ningún tipo de negociación con España que afecte al Peñón sin el consentimiento de los gibraltareños.

Esta visita de Hammond a Madrid se enmarca en la gira que el ministro británico ha iniciado por todas las capitales europeas para hablar de la aspiración británica a reformar la UE para hacerla, según Londres, más eficiente.

El encuentro entre García-Margallo y Hammond no ha estado exento de polémica. Periodistas de medios gibraltareños denunciaron que Moncloa y el Ministerio de Asuntos Exteriores les pusieron trabas para acreditarse y que no cubrieran el acto. Finalmente, el acceso de los reporteros fue permitido justo cuando empezaba la conferencia de prensa.

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