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Maria José Carrascosa, condenada en EE.UU, conocerá su sentencia en la víspera de Nochebuena

EFE

María José Carrascosa, la española encarcelada en Estados Unidos desde hace tres años y declarada hoy culpable de nueve delitos por haber sacado de este país a la hija que tuvo con un estadounidense, conocerá su sentencia el próximo 23 de diciembre, en la víspera de Nochebuena.

Carrascosa, abogada de profesión, escuchó hoy cómo un jurado de seis hombres y seis mujeres la declaraba culpable de un delito de desacato a una orden judicial, que implica una pena máxima de 18 meses en prisión, y ocho más relacionados con la interferencia en la custodia de su hija.

Estos ocho últimos delitos, todos de segundo grado, implican una pena de entre cinco y diez años de cárcel, aunque según explicó hoy a Efe el abogado de Carrascosa, Scott Finkenauer, "lo más probable" es que el juez encargado del caso, Donald Venezia, los agrupe y emita una única sentencia.

"Esto quiere decir que el juez la podría condenar a cinco años de prisión, la pena mínima. Esperamos que sea así, porque María podría salir de la cárcel de forma inmediata puesto que para cuando se emita la sentencia habrán pasado ya más de tres años" en la prisión del estado de Nueva Jersey donde está presa, argumentó Finkenauer.

Su impresión es que "María se ha mantenido bastante fuerte al escuchar el veredicto de culpabilidad y no ha parecido estar del todo sorprendida, quizá porque ya se lo esperaba. Ha perdido todos los procesos hasta ahora".

"Tengo sentimientos encontrados con este veredicto", reconoció a Efe el padre de la niña, Peter Innes, después de escuchar en la sala del tribunal la decisión del jurado, pese a que él no forma parte de esta causa, ya que se trata de la Fiscalía contra Carrascosa.

Añadió que, aunque "siento que se hace justicia por las atroces acusaciones que se han vertido contra mí durante todo este proceso, al mismo tiempo me da pena pensar que aún va a pasar más tiempo sin que Victoria (la hija del matrimonio) tenga a ninguno de sus padres con ella".

Con los pasaportes español y estadounidense retenidos por las autoridades españolas, la hija de ambos permanece en Valencia (España) desde que su madre la dejó en casa de sus abuelos maternos en 2005.

Recientemente su custodia ha pasado a depender de forma temporal de esa comunidad autónoma, aunque la menor podrá seguir viviendo en casa de los padres de Carrascosa.

"La verdadera víctima de todo esto es Victoria. Han pasado ya más de tres años sin que haya visto a su madre, y cinco desde que yo no he podido pasar tiempo con ella", apuntó Innes, quien acudió a la vista acompañado de su actual pareja, entre otras personas.

En la vista de hoy, y tras la primera hora de deliberaciones, los miembros del jurado acudieron a la sala para formular algunas preguntas al juez sobre las dudas que tenían, y luego volvieron a reunirse hasta que, pasada cerca de media hora más, alcanzaron una decisión consensuada sobre cada uno de los cargos.

Cada vez que el jurado acudía a la sala, la madre española era introducida también en el recinto, donde los correspondientes policías le quitaban las cadenas que la mantenían esposada de las manos a la cintura, y los pies entre sí, en una rutina habitual de los presos en EEUU y que Carrascosa parece tener muy bien aprendida, porque, mientras tanto, seguía hablando con su abogado o buscando entre el público alguna cara conocida.

Carrascosa asistió a la corte vestida de calle, como ha podido hacer en las últimas vistas, y en esta ocasión con pantalón negro, jersey abotonado azul y el pelo largo suelto.

En el momento de escuchar el veredicto de cada uno de los cargos, en un proceso que se prolongó algunos minutos, la española prácticamente no cambió el gesto y escuchó con la cabeza baja todas las declaraciones de culpabilidad sin que se pudiera adivinar en ella emoción alguna.

Ahora le tocará esperar más de un mes, hasta que el 23 de diciembre -tres años, un mes y dos días después de que ingresara en prisión- el juez Venezia emita su sentencia. A partir de entonces su defensa cuenta con 45 días para recurrirla.

"Para ella no es ya tanto una cuestión de estar en la cárcel o no, sino de ganar la causa, por eso previsiblemente recurrirá la decisión del juez, incluso aunque ésta pudiera suponer su liberación inmediata", explicó Finkenauer.

Por su parte, el padre de la niña insistió en que él sólo está "deseando que llegue el día en que me pueda reunir con mi hija, darle un abrazo y decirle lo mucho que la quiero".

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