Público
Público

Las marionetas gigantes de La Fura dels Baus deslumbran en Guimaraes

EFE

Los movimientos entre el público de dos marionetas gigantes de más de ocho metros de altura al son de la música y de los fuegos artificiales sirvieron a La Fura dels Baus para deslumbrar en Guimaraes, en la primera noche como Capital Europea de la Cultura de esta localidad portuguesa.

Guimaraes vibró con el montaje ideado por el grupo catalán, convertido ya en sinónimo de éxito y originalidad, y que fue el protagonista del momento más esperado de la jornada inaugural.

En la plaza de Toural, el punto neurálgico del municipio -rehabilitada recientemente-, no cabía ni un alfiler. La ciudad entera pareció sumarse al espectáculo, y fueron muchos los que apenas pudieron vislumbrar lo que allí ocurría debido a la multitud.

Frente a la iglesia, horas antes de comenzar la actuación, los vimaranenses -como se conoce a los 160.000 habitantes de Guimaraes- contemplaban admirados la magnitud de las marionetas, que caminaban y se contoneaban por la plaza.

Sostenidas en el aire y guiadas por dos enormes grúas, las dos figuras, un caballo y un hombre, escenificaron "el reencuentro entre el pasado y el futuro", según explicó a EFE el director artístico de La Fura, Jürgen Müller.

El objetivo, crear una metáfora del principal propósito de Guimaraes para aprovechar su condición de capital cultural: "No hay que olvidar nuestras raíces, ni perder nuestra cultura. Pero debemos descubrir nuevos mundos, ser abiertos de mente y cosmopolitas".

En el fondo, como apuntó Müller, "lo mismo que ha hecho la Unión Europea para llegar hasta aquí".

Un proceso, el de combinar lo nuevo con lo antiguo, lo moderno con lo tradicional, especialmente apropiado para Guimaraes, donde confían en aprovechar el título de Capital Europea de la Cultura para convertirse en un polo de creación artística después de haber sido conocida como una región industrial, fundamentalmente textil.

El director del Centro de Creación para el Teatro y el Arte Callejeros, Renzo Barzotti, ideólogo junto a La Fura de este montaje, recordó que el de hoy fue sólo el primero de los cinco "episodios" que representarán juntos en Guimaraes a lo largo de 2012, y que se unen bajo el nombre "La cuna de una nación".

Un título también muy ajustado a la identidad de Guimaraes, considerada la ciudad donde nació Portugal, en el siglo XII.

Durante la actuación de hoy, la música jugó un papel fundamental, a cuyo ritmo se movieron las marionetas gigantes y sirvió para indicar los cambios de escena, como si de una obra teatral se tratara.

A reforzar la espectacularidad del montaje ayudó también una serie de proyecciones de vídeo en las fachadas de los edificios que rodean la plaza, y en la que se pudo ver desde un toro acercándose cada vez más al público hasta la explosión de edificios que, por arte de magia, volvían a su estado original.

También contribuyeron los fuegos artificiales, que iluminaron durante varios minutos la plaza y que marcaron el ritmo junto a la música y los tambores.

Para el director artístico de La Fura, la actuación "fue un poco más lenta de lo previsto", debido fundamentalmente a la elevada afluencia de público, que sobrepasó sus estimaciones (cuatro personas por metro cuadrado) y dificultó el movimiento de las marionetas.

Sin embargo, Müller se mostró "encantado" con la reacción del público, un sentimiento que compartió Barzotti, quien apuntó que la demora sirvió, al mismo tiempo, para dotar al montaje de "más energía".

El grupo catalán logró así inaugurar la capitalidad cultural de Guimaraes pese a las adversidades, ya que la víspera del espectáculo, en el último ensayo, un pequeño incendio afectó el tejado de la instalación donde se encontraban, aunque sin mayores consecuencias.

Nada más terminar de sonar la música, una mujer entre el público alzó su voz entre la multitud para expresar la opinión de muchos con una frase típicamente portuguesa: "É um espetáculo".

Óscar Tomasi

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias