Marruecos condenó hoy la decisión del Gobierno de Israel de expandir el asentamiento judío de Guiló, en Jerusalén Este, y recordó el carácter "ilegal e ilegítimo" de cualquier edificación israelí en los territorios ocupados.

En un comunicado, el Ministerio marroquí de Asuntos Exteriores subraya "Marruecos rechaza con fuerza la política israelí de desnaturalización forzada del carácter árabe del Jerusalén Oriental anexionado".

"Esta nueva autorización de construcción de viviendas constituye una demostración más de la falta real de voluntad israelí de relanzar las negociaciones de paz sobre bases sanas y preestablecidas", se indica en el texto, recogido por la agencia oficial MAP.

Marruecos, cuyo rey, Mohamed VI, es presidente del Comité Al Quds (Jerusalén, en árabe), creado para defender el carácter árabe de la ciudad, hizo también un llamamiento al Cuarteto para Oriente Medio (Estados Unidos, Rusia, ONU y Unión Europea).

En esa advertencia, lanzada "en particular a la Administración estadounidense", les solicitó que asuman sus responsabilidades ante las autoridades israelíes".

Asimismo, el ministerio marroquí de Exteriores recalcó que Israel "debe respetar sus obligaciones claramente establecidas al respecto y desistir de la política de hechos consumados, también en Jerusalén".

El Comité de Planificación de Jerusalén aprobó ayer, martes, la construcción de unas 900 viviendas en la colonia judía de Guiló, barrio del sur de la ciudad situado al este de la Línea Verde -la frontera imaginaria entre el territorio israelí y palestino internacionalmente aceptada-, por lo que la construcción vulnera el Derecho Internacional.

La decisión se anunció al día siguiente de que Israel rechazase una petición de su principal aliado, EEUU, de dar marcha atrás en la expansión de Guiló, según informó ayer el diario israelí "Yediot Aharonot".