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"Me preparé viendo a las panteras en el zoo"

Jason Momoa. Actor. Además de interpretar a Conan, es Khal Drogo en la serie ‘Juego de tronos’

C.P,

La mano de Jason Momoa (Honolulu, 1979) saluda al extraño. El actor está tumbado en un sofá en la habitación de un céntrico hotel madrileño. Momoa, del tamaño de un armario empotrado, luce músculos, tatuajes y sonrisa contagiosa. Al otro lado de la habitación, personas de ambos sexos cuchichean cosas como 'está buenísimo' y 'es encantador'. Momoa, en efecto, está de moda. Primero se puso en la piel del caudillo Khal Drogo en la serie Juego de tronos, exitosa adaptación de la cadena HBO de la saga literaria Canción de hielo y fuego, de George R. R. Martin. Y ahora reaparece reconvertido en el nuevo Conan. Dos papeles físicos en dos mundos fantásticos donde prima el combate y la violencia. Momoa, que aprovechó su fugaz paso por Madrid para ir de museos, está ahora en plena preproducción de su primera película como director/guionista, la road movie independiente Road to Paloma. No está mal para alguien que se estrenó como actor luciendo palmito en el indescriptible serial Los vigilantes de la playa.

¿Cuál fue su primer contacto con el universo Conan?

Vi a Conan por primera vez en una de las pinturas de Frank Frazetta. El clásico dibujo de Conan de pie, sobre unas calaveras, con una mujer tumbada alrededor de sus piernas. Estaba en la casa de un amigo. La imagen se me quedó grabada. Mis padres eran pintores, así que tengo el ojo educado desde pequeño para las imágenes. Luego vinieron los cómics, porque no he visto aún la película de Arnold Schwarzenegger.

'Para ponerme en situación, antes de rodar escuchaba canciones de Pantera y Metallica'

¿Qué referentes manejaron para preparar el papel? ¿Cómo se metió dentro de la cabeza de Conan?

Uno de los referentes principales fueron los cómics, por supuesto. Pero para acabar de poner cara de Conan me dediqué a estudiar los gestos de varios animales salvajes. Fui varias veces al zoo con mis hijos a estudiar el modo de moverse y comportarse de leones y panteras...

¿Y durante el rodaje? ¿Se llevó alguna fiera para motivarse?

En los momentos previos a empezar la jornada, entraba en mi tráiler una mujer mayor búlgara. Era la encargada de maquillarme. Debió de quedarse espantada porque para meterme en el papel me dedicaba a escuchar metal a todo volumen. Bandas como Pantera y Metallica. Y mientras lo hacía, miraba fijamente las fotos de mujeres desnudas con las que había forrado las paredes. Se trataba de salir al plató con una mezcla de frustración y testosterona por las nubes [risas].

El motor de las acciones de Conan es la venganza. Su única preocupación es vengar la muerte de su padre. Pero, al mismo tiempo, tiene cierta ética y mantiene un saber estar poco propio de alguien absorbido por el odio. ¿No es tan fiera la bestia?

Fue uno de los aspectos que más trabajé con el director. Queríamos presentar un personaje equilibrado. No queríamos convertirlo en una simple máquina de matar. Al fin y al cabo, Conan es un ser humano... con el que el espectador se tiene que identificar. Tienes que sentir su dolor, comprender sus motivos para la venganza. Le ves caer y volver a levantarse. Sientes la frustración cuando no logra matar al asesino de su padre. Conan heredó una ética de su padre. Es la persona más importante de su vida porque perdió a su madre en el campo de batalla. Conan es un líder natural, pero es humano. No es perfecto.

'No queríamos convertir a Conan en una simple máquina de matar'

¿Cómo calificaría la relación que tienen entre sí los malos de la película? Khalar Zym y Marique son padre e hija, pero en ocasiones se tratan casi como amantes.

Sí, es una relación rara. Muy, muy rara. La mujer de Khalar Zym, una bruja, fue asesinada. Su hija ha heredado parte de sus poderes. Como hija quiere demostrar a su padre que puede llegar a ser tan fuerte como su madre. Quiere ganar el amor de su padre, pero parece que nunca es suficiente para él. ¿Qué más puedo decir? Es todo muy, muy raro. Muy inquietante.

¿Eran conscientes de que ‘Juego de tronos' se convertiría en un fenómeno?

Lo creí desde el principio. El libro es fantástico. Es mi mayor logro como actor. Lo conseguí gracias a estar rodeado de unos estupendos escritores y directores. No puedo dejar de alabar este proyecto.

¿Le importa hablar de sus tatuajes?

No. [Se remanga] Aquí tengo las aletas de un tiburón. Te lo tienes que hacer en el lado izquierdo, donde está el corazón, para que las flechas oscuras quiten la oscuridad y las claras dejen entrar la luz. Este otro es el nombre de mi compañía: el orgullo de los gitanos. Y el último es una cita en francés de Charles Baudelaire: 'Hay que estar siempre borracho'.

¿Cuándo se lo hizo?

Mientras rodaba mi papel en Juego de tronos.

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