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Medvédev y Obama, dos líderes aficionados a las nuevas tecnologías

EFE

Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos han estado siempre marcadas por la personalidad de sus líderes, tendencia que se mantiene con sus actuales mandatarios, Dmitri Medvédev y Barack Obama, respectivamente, que comparten su afición por las nuevas tecnologías.

"Ambos son dirigentes modernos. Tienen una manera de pensar parecida. Medvédev tiene una página en Livejournal y Obama en Twitter", señaló a Efe Serguéi Dorenko, popular locutor y redactor jefe de la emisora de radio "Servicio Ruso de Noticias".

Medvédev inauguró en octubre de 2008 un "vídeoblog" (https://blog.kremlin.ru) y en abril pasado su "blog" en Livejournal.com, la plataforma de bitácoras más popular en "runet", como se conoce el segmento ruso de la red.

A su vez, la Casa Blanca comenzó a informar en mayo sobre las actividades del inquilino de la Casa Blanca en el servicio de "micro-blogging" Twitter, a lo que se suma la activa participación de Obama en la red social Facebook.

Poco después de asumir el poder en la Casa Blanca, Obama utilizó el término informático "reset" (reinicio) para subrayar la imperiosa necesidad de abrir una nueva página en las relaciones entre Moscú y Washington.

En la primera reunión de alto nivel entre ambas administraciones, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, incluso regaló un botón de "reset" a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.

Medvédev, que ha repetido hasta la saciedad la necesidad de expandir el uso de internet entre los funcionarios para aliviar los trámites burocráticos en el país más grande del mundo, recogió el guante.

En vísperas de la primera visita de Obama a Rusia, que comienza este lunes, Medvédev recurrió a su "vídeoblog" para dirigirse a Obama y expresarle la necesidad de desterrar las nuevas y viejas rivalidades con el fin de superar la crisis.

Medvédev, al igual que Obama, muy dado a las citas históricas, aludió a las palabras pronunciadas por el asesinado presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy con ocasión de la crisis de los misiles en Cuba.

"Si ahora no podemos acabar de una vez por todas con nuestras divergencias, pues, por lo menos, podemos hacer que el mundo sea más seguro, aunque mantengamos nuestras diferencias", parafraseó Medvédev al 35 presidente estadounidense.

Ambos dirigentes, abogados de formación, accedieron a la política cuando la Guerra Fría había pasado a la historia, y presumen de defender un ideario liberal, que fue descaradamente despreciado por sus antecesores en el cargo.

No obstante, según Dorenko, "son los mejores de su generación, pero ambos son parte del sistema. Son pragmáticos. Que nadie espere posturas románticas. Cada uno defenderá los intereses nacionales".

"Obama no vendrá a hablar de derechos humanos. Rusia ya no es el enemigo. La nueva administración se ha apuntado a la 'realpolitik'. En la cumbre de Moscú tendrá lugar un regateo de problemas: Irán, Georgia, etc.", apunta.

El propio Medvédev reconoció en su "blog" la importancia de los vínculos personales entre los mandatarios de ambas potencias, aunque recordó que su antecesor, Vladímir Putin, se llevaba bien con el anterior líder estadounidense, George W. Bush, y las relaciones diplomáticas estuvieron al borde de una nueva Guerra Fría.

Según los historiadores, la química que existía entre el último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, y los presidentes norteamericanos Ronald Reagan y George Bush, fue crucial para la firma de los acuerdos de desarme.

En el caso del primer presidente ruso democráticamente elegido, Borís Yeltsin, éste mantuvo una relación extremadamente cordial con Bill Clinton durante los ochos años durante los que coincidieron en el poder.

Dorenko, muy influyente en los tiempos de Yeltsin, cree que en esa supuesta cordialidad había mucho "teatro", ya que Rusia necesitaba desesperadamente los créditos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

A su vez, el presidente Bush hijo llegó al poder lanzando diatribas contra la política del Kremlin, pero meses después cambió de opinión tras reunirse con Putin, hasta el punto de que llegó a decir una frase que ha entrado por derecho propio en cualquier catálogo de frases célebres.

"Le miré a los ojos. Fui capaz de ver su alma. Me parece que es un hombre franco y de fiar", aseguró tras reunirse con Putin en junio de 2001.

Los primeros intercambios entre rusos y estadounidenses tuvieron lugar en 1697 en tiempos de Pedro el Grande, pero no es hasta 1807 que el zar Alejandro I acepta el intercambio de diplomáticos, a lo que siguió la compra de Alaska por EEUU (1867).

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