El Centro de la Prehistoria de Andalucía abrirá en breve junto a Los Dólmenes de Antequera (Málaga), el complejo megalítico más importante de España compuesto por las primeras edificaciones levantadas por el hombre en el sur de Europa que aspiran, además, a ser declaradas como Patrimonio de la Humanidad. Este centro impulsado por la Junta de Andalucía busca potenciar el conocimiento de la prehistoria andaluza y llegar al público en general y estará junto al principal yacimiento andaluz.

También, desde la propia Junta de Andalucía se está estudiando preparar el expediente para declarar a los Dólmenes Patrimonio de la Humanidad, aunque esta declaración se podría extender a todos los conjuntos megalíticos de Andalucía, muy repartidos por el territorio de la comunidad.

Los Dólmenes de Antequera también han suscitado un gran interés internacional que le han hecho ser el tema de una exposición en el museo holandés de Hunebedcentrum, dedicado a la historia de los constructores de los dólmenes (hunebedden). Ese centro organiza diversas actividades y exposiciones temporales. Este año la exposición monográfica versa sobre los Dólmenes de Antequera.

Estas construcciones megalíticas, conocidas desde el siglo XVI, han generado mucha literatura que va desde simples referencias de cronistas locales hasta precoces monografías y reseñas científicas internacionales. En torno a estos Dólmenes se han extendido también misterios, como el haberse construido frente a la Peña de los Enamorados, una formación montañosa muy peculiar que podría tener una simbología mágica para los habitantes de la época, en torno al año 3.000 antes de Cristo.

Los constructores que utilizaron grandes piedras
Estamos, sin duda, ante uno de los testimonios más importantes de la cultura funeraria de la Edad de Bronce en España. El conjunto megalítico está formado por tres enormes dólmenes que muestran una compleja técnica constructiva. Son los de Menga (2.500 a.C), Viera (2.000 a.C) y cueva del Romeral (1.800 a.C).

El dolmen de Menga carece de una datación concreta. Si tradicionalmente los expertos lo fechaban hacia el 2500 a.C., los últimos hallazgos situarían su construcción unos mil años antes. Menga, que destaca por sus grandes dimensiones, tiene una orientación singular hacia la Peña de los Enamorados.

El dolmen de Viera, con una orientación hacia la salida del sol en el solsticio de verano, data del año 2000 a.C., según los expertos. Es un sepulcro de corredor con un largo pasillo de 19 metros de longitud, segmentado en dos tramos por una puerta. El último tramo es una cámara de planta cuadrada.

El tholos de El Romeral se diferencia de Menga y Viera por el empleo de mampostería en paredes y bóvedas. Sus cubiertas son el mejor ejemplo de la técnica de la falsa cúpula. Además, es uno de los pocos de la Península que tiene orientación a la mitad occidental del cielo.

Además de estas construcciones, el Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera está integrado por el poblado calcolítico del Cerro de Marimacho y por una villa romana conocida como la Carnicería de los Moros.