El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha considerado hoy que los gobiernos central y autonómicos que faciliten ayudas al sector de la automoción también deben exigir contrapartidas a las empresas.

En una rueda de prensa con motivo de su participación en una jornada organizada por UGT-Aragón con delegados sindicales en Zaragoza, Méndez estimó positivo que dichas administraciones se comprometan con la protección del sector automovilístico español.

Entre otras razones, por el empleo directo e inducido que genera, por el equilibrio que aporta en términos de redistribución territorial de la renta, e incluso porque es en la automoción y componentes, especialmente en Aragón, donde más se refleja la presencia de mujeres.

Pero también porque lo están haciendo otros países, apuntó Méndez, quien recordó que fue precisamente en Aragón uno de los sitios donde el sindicato hizo hincapié en la necesidad de que se acometiera, por parte de las administraciones, un plan del sector de la automoción.

Pero, según Méndez, estas ayudas deben llevar contrapartidas por parte de las empresas, como no recurrir a la extinción de puestos de trabajo mediante expedientes de regulación de empleo y que se negocien los de suspensión temporal definiendo planes industriales o de viabilidad.

Según el líder de UGT, dentro de esos expedientes de suspensión temporal, las empresas, igual que el erario público español se esfuerza en que puedan sobrellevar la crisis, deben hacer un esfuerzo para que también puedan afrontarla sus trabajadores y mejoren la situación económica de los expedientes de regulación.

Lo que no se puede, advirtió Méndez, es centrar el esfuerzo para hacer frente a la crisis únicamente en los trabajadores.