El argentino Lionel Messi ha deseado para la final del Mundial de Clubes de Abu Dabi que el Barcelona se pueda sacar "la espina" que le quedó clavada al perder en el 2006, edición en la que él no participó por estar lesionado.

"Ojalá todos nos podamos sacar la espina del título que aún no tenemos. Si no marco, no pasará nada", señaló el joven jugador barcelonista, quien aseguró que ya no padece por su tobillo lesionado, a pesar de reconocer que tuvo algún dolor tras el partido contra el Atlante.

Lionel Messi compareció ante los medios informativos en el estadio Zayed Sports City donde mañana se jugará la final del Mundial de Clubes entre el Estudiantes de La Plata y el Barcelona, y lo hizo con una gran sonrisa y con el convencimiento de que el conjunto catalán "quiere siempre más".

El delantero argentino habló de la mentalidad del vestuario y de escribir la última página de "un año magnífico para la historia del club", y además esperar a que se repita el apoyo que recibió el Barcelona de la afición local, ya que se volcó casi en exclusiva con la entidad catalana en el partido contra el Atlante en las semifinales.

Eludió referirse a favoritismos o a presión, y se limitó a apuntar que los dos equipos cuentan "con las mismas posibilidades", porque sabe que los dos van a "querer ganar".

"Nosotros jugaremos como lo hemos hecho durante todo el año y gracia a dios nos ha ido bien", precisó el atacante azulgrana, quien lamentó la ausencia por lesión de Andrés Iniesta para la final. "Su baja nos duele a todos. Pero lo importante es que tenemos una gran plantilla", aseguró.

Messi recordó que nunca antes se ha enfrentado contra un rival argentino, lo que le produce una gran satisfacción y también por encontrarse con Juan Sebastián Verón, a quien le une una gran amistad.

"Nos conocimos en la Copa América. Se acercó y me introdujo en el grupo. Me hizo sentir bien y me dio toda la confianza", recordó Messi de su primer encuentro con Verón.

Otro viejo conocido es el ex españolista Clemente Rodríguez, con el que ya se enfrentó en el derbi barcelonés. "Es un gran jugador, con gran velocidad y que se suma al ataque. Este no va a ser un partido entre nosotros dos, sino entre dos grandes equipos. No sé si jugará y si me marcará, ya que estará por la otra banda", recordó.

No teme el joven argentino azulgrana la agresividad de sus compatriotas, labor que encomendó al árbitro para que juzgue lo que corresponda.