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Dos metros para cubrir a Llorente

El gigante Fazio será el encargado de tapar al delantero del Athletic a balón parado

ALBERTO CABELLO

Fernando Llorente ha hurgado en la autoestima defensiva del Sevilla al dudar de la fiabilidad de la zaga de Jiménez en las jugadas a balón parado. El delantero internacional avala su hipótesis con un dato: el Athletic marcó su gol el pasado sábado a la salida de un saque de esquina. Jiménez rechaza la teoría con números: es la del Sevilla, en estos momentos, la defensa que menos goles encaja de la Liga.

Llorente va a ser la gran referencia del juego ofensivo de los vascos esta noche. Los casi dos metros de Fazio son la medicina para frenar el poderío del tanque rojiblanco. 'Es un equipo con una forma de jugar muy determinada. Vamos a tener que estar muy pendientes de él. Anticiparse y estar fuerte en el salto para evitar sus remates y la segundas jugadas que genera con la cabeza', apuntó ayer el argentino.

El Sevilla tuvo suerte, puesto que su último entrenamiento lo completó bajo un clima muy parecido al que podría encontrarse hoy en Bilbao: mucha humedad y campo con agua. 'Esperamos muchos balones arriba y mucha presión en las jugadas a balón parado. Además se prevé lluvia y bastante agua. Hemos entrenado ese tipo de jugadas para que no nos sorprendan', reconoció ayer Fazio. 'Si se pone el balón intratable, habrá que utilizar otras armas, pero ellos tendrán que preocuparse por la meteorología también', reconocía ayer Jiménez.

Su equipo era especialmente vulnerable a la pelota aérea la pasada temporada. Este año se ha trabajado para corregir ese apartado, así que Fazio no encuentra motivos para dar la razón a la advertencia de Llorente sobre la presunta vulnerabilidad. 'Es un pique, la provocación que hay en este tipo de partidos. Ellos saben que ahora mismo se enfrentan a la mejor defensa de España', rebate el mediocentro sevillista.

Central o mediocentro

'Lo de Fazio es algo que no voy a comentar para no dar pistas a Joaquín', comentaba su entrenador sobre la posibilidad de retrasarlo hasta el centro de la defensa o emparejarle con Llorente sólo para la estrategia. Y es que el argentino llegó al Sevilla con la etiqueta de central puro. Manolo Jiménez le abrió las puertas del centro del campo en el filial sevillista que consiguió el ascenso a Segunda en el verano de 2007. Esa temporada, jugaba un domingo con el filial de mediocentro y Juande Ramos le retrasaba como zaguero al domingo siguiente con el primer equipo.

El mediocentro de contención empieza a sentirse más a gusto con el balón. Suya fue la asistencia que posibilitó el gol de Navas ante el Atlético. 'El centro del campo es una posición nueva para mí. Yo vine siendo sólo central. Pero sí, es cierto. En los últimos partidos me siento más capacitado para tener y tocar. Me siento más importante a la hora de construir', confiesa el campeón olímpico en Pekín.

La Copa le trae buenos recuerdos. Fue en otra semifinal ante el Deportivo, en mayo de 2007, cuando debutó con el Sevilla. Hoy es indiscutible. Y tiene una misión concreta: sujetar a Llorente.

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