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La mexicana Pemex inicia su salida de Repsol

AGENCIAS / PÚBLICO

La empresa estatal mexicana Pemex ha dado un mandato a Citibank y Deutsche Bank para colocar algo más de 104 millones de acciones de Repsol, el 7,86% del capital de la petrolera española (el grueso su la participación del 9,3% en la patrolera española) entre inversores institucionales. Con la venta de este paquete accionarial, la petrolera mexicana inicia su retirada de la empresa que preside Antoni Brufau, después de un par de años de desavenencias. Ese paquete está valorado en unos 2.200 millones de euros.

A principios del pasado mes de mayo, el secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray, ya consideró que la eventual venta de la participación de la estatal mexicana en Repsol 'no sería mala decisión' , ya que permitiría a la compañía centrar esfuerzos en el país.

Pese a que Pemex es socio de Repsol desde finales de los años ochenta, las relaciones entre ambas compañías comenzaron a deteriorarse en agosto de 2011, cuando el grupo mexicano alcanzó un acuerdo de sindicación accionarial en la petrolera española con Sacyr, por entonces presidida por Luis del Rivero. Este acuerdo, cuyo objetivo era promover cambios en la gestión y estrategia de Repsol, se rompió a comienzos de 2012 y quedó sustituido por un pacto industrial entre las dos petroleras, de diez años de vigencia. La ruptura del pacto entre Pemex y Sacyr vino acompañada de la destitución como presidente del grupo de construcción y servicios de Del Rivero, quien sería sustituido en el cargo por Manuel Manrique.

Pese al acuerdo industrial con Repsol, Pemex ha mantenido una posición crítica con la dirección de la compañía española, hasta el punto de presentar de forma unilateral ante el consejo de administración de la petrolera una oferta de arreglo del conflicto sobre YPF, cuyo contenido quedó descartado. La salida de la compañía estatal mexicana se produce justo la semana anterior de la visita de Estado a España por parte del presidente de México, Enrique Peña Nieto, prevista para los días 9 y 10 de junio.

Pemex, hasta ahora, era el segundo accionista de la petrolera española, solo por detrás de CaixaBank (11,83%), y por delante de Sacyr (9,23%), de la firma de inversión Singapore Tesamek (6,26%) y el estadounidense Blackrock (3%).

 La desinversión de Pemex, junto a la salida definitiva de Argentina tras el acuerdo de indemnización por la expropiación de YPF, permite a Repsol resolver uno de los principales escollos para el inicio de una nueva etapa empresarial.

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