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Mil quinientos años de historia de Egipto salen a la luz

EFE

Quinientos objetos procedentes de las antiguas ciudades de Alejandría, Heraclion y Canopo, desaparecidas a la vez en el siglo VIII d.C., y rescatados recientemente del mar forman la exposición "Tesoros sumergidos de Egipto".

La muestra, que será inaugurada mañana por los Reyes en las salas del Antiguo Matadero de Legazpi, donde permanecerá hasta el 28 de septiembre, llega a Madrid precedida del gran éxito conseguido en Berlín, Bonn y París donde ha sido visitada por más de un millón y medio de personas.

En un atractivo y espectacular montaje en una nave de más de 4.700 metros cuadrados, que incluye vídeos de las diferentes prospecciones submarinas, se exhiben estatuas monumentales, monedas, joyería, efigies de gran belleza, objetos de culto, cerámicas, que ofrecen una visión clara de la extraordinaria mezcla de culturas y gentes que hizo del delta del Nilo lo que fue.

Durante la presentación de la muestra, Alicia Moreno, delegada del Área de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, consideró que se trata de una de las exposiciones de mayor envergadura de las organizadas en la ciudad, tanto por sus contenidos como por sus dimensiones. "Es un testimonio único e inédito que ha estado dormido en el fondo del mar".

A lo largo de doce años de trabajo, el arqueólogo marino Franck Goddio ha descubierto testimonios únicos para la historia egipcia, que datan desde el siglo VII a. C. hasta el siglo VIII d. C., frente a la costa de la moderna ciudad de Alejandría y en la bahía de Abukir.

Perdidas en el mar durante más de quince siglos a consecuencia de desastres naturales, la más avanzada tecnología ha permitido sacar a la luz piezas de arte que abarcan desde los días de los últimos faraones hasta Alejandro Magno, del periodo de gobierno griego hasta la conquista romana y, luego, desde tiempos bizantinos hasta el comienzo de la Época Islámica.

Los objetos exhibidos, que reflejan la importancia de tres ciudades que, en la antigüedad se contaban entre los más famosos centros de comercio, ciencia, cultura y religión, "no salen de ningún museo, sino que proceden de los mismos lugares para los que fueron creados. Se reúnen otra vez y se explican unos a otros", comentó Franck Goddio.

Las influencias de Mesopotamia, Grecia y Roma se mezclan con la milenaria cultura antigua de los faraones. La aproximación y la fusión dieron nacimiento a nuevos modos de vida religiosa y cultural, que dejaron una huella perdurable en el antiguo Egipto.

Alejandría, Heraclion y Canopo encontraron por igual el mismo trágico destino, ya que sectores enteros de las ciudades desaparecieron bajo el mar, como resultado de desastres naturales.

El misterio en torno a estas ciudades mencionadas por antiguos autores que no habían podido ser localizadas por los arqueólogos "quedó resuelto cuando, respaldados por tecnología avanzada, dibujamos un mapa geofísico de la región y se estableció que, en el siglo VIII a. C., parte del litoral se había colapsado y estaba ahora a seis metros bajo el nivel del mar", recordó el arqueólogo durante la presentación.

A través del recorrido de la exposición se acerca al visitante a las influencias de una serie de conquistadores atraídos por la riqueza del delta del Nilo: los persas, los griegos y la larga dinastía de los Ptolomeos; luego los romanos, con el famoso asunto amoroso entre Julio César y Cleopatra; el auge del cristianismo, que condujo a la destrucción de las figuras de deidades paganas, pero también a su asimilación de forma inconsciente, y, finalmente, la conquista árabe.

Entre las importantes piezas exhibidas, Goddio (Francia, 1947), presidente del Instituto Europeo de Arqueología Submarina, destacó la estatua de una reina- Arsinoe II- de granito negro, de 150 cm de altura, del siglo III a.C y procedente de Canopo, "la primera estatua en la que se mezcla el arte egipcio y el griego".

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