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El milenario Gran Canal chino usado para abastecer a los afectados por las nevadas

EFE

El histórico Gran Canal que une las ciudades de Pekín y Cantón, de más de 2.500 años de antigüedad y que fue admirado por Marco Polo, se ha convertido en una de las principales vías de abastecimiento de combustible y otras necesidades al este del país, gravemente afectado por el temporal de nieve.

Según fuentes del departamento provincial de transportes de Jiangsu, más del 90 por ciento del carbón necesario para la producción eléctrica de la provincia llega a través del canal, con barcos provenientes de las regiones mineras del norte de China.

La gran cantidad de nieve acumulada, el frío y la densa niebla que cubre la provincia de Jiangsu, y limita la visión a menos de cien metros, obliga la continuación de los cierres y limitaciones en el transporte, tanto por vía terrestre como por vía aérea.

Así, de las 230.000 toneladas de carbón que consumen las centrales térmicas cada día, 219.000 toneladas llegan por vía marítima.

"El canal está operando a la máxima capacidad. El tráfico actual de mercancías es el triple del que normalmente soporta", explicó un oficial del departamento de transportes en declaraciones a la agencia oficial Xinhua.

Debido a las bajas temperaturas que registra la zona, las autoridades mandaron tres embarcaciones rompehielos encargadas de facilitar el tránsito por el cauce del canal, helado en varios tramos.

El histórico canal, que une los 1.794 kilómetros que separan Pekín de la meridional ciudad de Cantón, es la más larga y antigua ruta marítima de China y está incluido en la lista de los 100 lugares históricos más importantes del país.

El Gran Canal dispone más de 1.000 kilómetros navegables y cuatro grandes puertos en su recorrido, que permiten trasladar 30 millones de toneladas de mercancías anualmente.

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