Miles de personas se manifestaron hoy en silencio en las calles de Marsella en protesta por los "vuelos basura" y en solidaridad con las víctimas del avión yemení que el pasado martes cayó al Océano Índico con 153 personas a bordo.

La policía cifra en 10.000 y los organizadores en 40.000 el número de participantes en esta protesta, en la que podían verse pancartas y banderolas con lemas como "no más basuras volando".

El homenaje a las víctimas del siniestro, en el que sólo hubo una superviviente, ha tenido lugar en Marsella porque es la ciudad francesa que acoge a mayor número de ciudadanos originarios de Comoras, unos 80.000, y porque fue donde algunas de las víctimas embarcaron en el vuelo siniestrado.

La de hoy se suma a las protestas protagonizadas en los últimos días en los aeropuertos de París y Marsella por los integrantes de la comunidad de Comores en Francia, quienes llegaron a bloquear la facturación de algunos vuelos con destino a las Islas para exigir una mayor seguridad aérea y un trato justo a los familiares de las víctimas.

La tensión que se ha vivido en los dos aeródromos franceses desde que se produjo el accidente ha llevado a la compañía propietaria del avión accidentado, Yemenia Airways, a anunciar la suspensión de todos sus vuelos con destino a Moroni.

Paralelamente, el Gobierno francés ha nombrado a Christine Robichon "embajadora" encargada de la relación con los familiares de las víctimas.

El primer ministro francés, François Fillon, oficializó hoy su nombramiento en un comunicado en el que precisa que la nueva embajadora tendrá como misión "asistir a las familias y a los allegados" de las víctimas, así como facilitarles los trámites administrativos que deban realizar.

Robichon, quien fue embajadora de Francia en Sudán, deberá asimismo garantizar la "buena cooperación" con las autoridades de los países de origen de las víctimas y con la compañía del vuelo siniestrado, Yemenia Airways.